Google obligada a pagar a una mujer después de mostrar su escote en Street View

Street View nos permite viajar a cualquier ciudad del mundo, visitar sus calles y empaparnos de su ambiente; lo malo es que no todo es tan bonito siempre, también podemos encontrarnos con muchas imágenes tristes, perturbadoras y misteriosas que cuentan historias lejanas. Los coches de Street View simplemente capturan la realidad de la calle, pero esta puede tener muchas sorpresas indeseadas. Ese fue el caso de una mujer de Montreal que vio en 2009 como su escote se convertía en el tema de conversación de moda por aparecer en una de las fotos de Street View.

Enseñarlo todo tiene un precio

Aunque el sistema automatizado de Google censuró su cara, el hecho de que estuviese en las escaleras de su propia casa y otros detalles dejaban clara su identidad para cualquiera que la conociese; la foto en sí es borrosa y no enseña nada que no sea fácil de ver en cualquier lugar, pero circunstancias como el ángulo y su posición hacían que para la mujer fuese muy vergonzoso tener ese tipo de foto suya en la red. Así que demandó a Google que emborronase todo su cuerpo, además de pedir 45.000 dólares por “daños emocionales”, incluida depresión por las burlas de sus compañeros de trabajo. Google aceptó la primera petición para asegurar su privacidad, pero se negó a pagar nada ya que la fotografiada estaba en una vía pública.

El caso llegó al juez, que finalmente ha tomado la decisión de multar con 2.250 dólares a Google, aunque rechaza la mayoría de las acusaciones de la fotografiada ya que no tiene claro que realmente la foto le haya producido daños emocionales. Sin embargo también le recuerda a Google que en Canadá el mero hecho de estar en una vía pública no implica que no exista privacidad; es un punto de vista acorde con decisiones europeas y no con las estadounidenses.

Seguro que la multa no hará mucho daño a los bolsillos de Google, pero cabe preguntarse qué consecuencias puede tener esta sentencia. Volvemos al tan manido argumento de si podemos esperar privacidad en la calle; al fin y al cabo, cualquiera que pasase en aquel momento por la calle también habría visto el escote sin ninguna culpa de su parte.

Fuente | GigaOM