Que Twitter tiene un problema con el abuso en su plataforma es más que evidente; como lo es que la compañía ha demostrado ser impotente para solucionarlo. Hoy pretende cambiar todo esto, con unas nuevas reglas más duras contra aquellos usuarios que fomenten la violencia y el abuso.

De hecho, la extensión de las reglas es tal que no cuenta sólo el comportamiento que tenemos dentro de la red social; los moderadores de Twitter también tendrán en cuenta nuestras acciones “en la vida real”. En base a todos los datos, decidirán si podemos continuar usando su servicio.

Las nuevas reglas de Twitter contra el odio ya están en marcha

Esto suena duro, pero el texto básicamente ha sido ideado para cerrarle la puerta a personas y organizaciones que usan el discurso del odio para avanzar su causa; esto afectará tanto a cuentas que se identifiquen con creencias violentas y basadas en el odio, como a aquellos que glorifiquen la violencia. Se incluye expresamente a aquellos que ataquen a grupos minoritarios o protegidos, sólo por su sexo, su origen o su religión.

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De la misma manera, se han ampliado las reglas para considerar como contenido sensible imágenes y símbolos que promuevan la hostilidad contra este tipo de grupos. Es decir, que podemos seguir compartiendo estas imágenes, pero no serán mostradas a aquellos usuarios que hayan marcado que no quieren ver contenido sensible. Además, si usamos este tipo de imágenes en nuestra foto de perfil, nos arriesgamos a ser expulsados.

Unas reglas que no son iguales para todo el mundo

Un detalle importante es que los gobiernos y los militares no están sujetos a las reglas contra la violencia. Con esta regla, Twitter no se ve obligada a expulsar a usuarios importantes y populares; en otras palabras, una regla para no tener que expulsar a Donald Trump.

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Jack Dorsey, CEO de Twitter, ha tenido que salir al paso en incontables ocasiones para justificar que no se expulse a Trump; pese a publicar tuits y hacer retuits que han supuesto la expulsión para otros usuarios. Para Dorsey, mantener a Trump está justificado por ser una persona pública; pero no es ningún secreto que Twitter no quiere meterse en el aprieto de expulsar al presidente de los EEUU, ni a perder buena parte de los 44,8 millones de usuarios que le siguen religiosamente.

Puede haber “daños colaterales”

Uno de los principales argumentos contra unas reglas más fuertes es que puede afectar a usuarios inocentes; la propia Twitter reconoce que puede cometer errores al aumentar la agresividad contra los grupos violentos.

 

Sin embargo, es un riesgo que está dispuesta a tomar por una razón: porque ya está perdiendo usuarios inocentes, perseguidos por grupos abusivos. La compañía promete un proceso de apelación más robusto, además de nuevas herramientas.

Las nuevas reglas de Twitter deberían servir para limpiar el servicio, o al menos para que los moderadores tengan unas directrices más claras. Sin embargo, es poco probable que por si solas acaben con el discurso del odio en Twitter; de eso dependerá las acciones de la compañía a partir de ahora.

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