Una oleada de usuarios bloqueados en Twitter por registrarse con 13 años, cuando en realidad son mayores de edad, son un síntoma de los problemas de la compañía con el GDPR.
La adaptación a las nuevas leyes de privacidad europeas no están sentando igual de bien a todo el mundo. En OMICRONO ya hemos repasado algunos de los casos más flagrantes; incluido bloquear directamente a todos los europeos, algo que directamente es ilegal.
Parecía que Twitter no iba a pasar por el mismo mal trago, pero entonces llegó el 25 de mayo; desde ese día, una gran cantidad de usuarios han desaparecido de Twitter, con la cuenta completamente bloqueada.
Por qué hay tantos usuarios bloqueados en Twitter por registrarse con 13 años
Estos usuarios no han recibido ningún tipo de aviso, sólo un mensaje informándoles de que la cuenta estaba bloqueada; la única solución posible es obtener consentimiento paterno para que Twitter pueda procesar sus datos. Sólo hay un pequeño problema: la mayoría de estos usuarios ya son adultos, y ahora tienen que ir a sus padres a pedirles permiso para tener una cuenta de Twitter.
Esta extraña situación se ha dado porque el GDPR impide el procesamiento de datos personales de usuarios menores de 16 años; aunque permite que los estados rebajen esa edad hasta los 13 años. A efectos prácticos, esto significa que los servicios web no pueden usar los datos de usuarios menores de 13 años.
Twitter está bloqueando a usuarios que tenían menos de 13 años cuando se crearon la cuenta. Por aquel entonces, Twitter registró sus datos personales, y ahora la ley le obliga a obtener el consentimiento paterno para procesarlos.
De ahí que en la compañía hayan decidido curarse en salud, y bloquear automáticamente a todos los usuarios que tenían menos de 13 años cuando se crearon la cuenta. No importa que esos usuarios ahora sean mayores de edad; según fuentes de The Guardian, la compañía está aplicando esta política de manera retroactiva. Seguramente porque quiere seguir usando los datos que obtuvo mientras el usuario era menor.
Esta decisión ha dejado como consecuencia un reguero de cuentas muertas. Mucha gente ha tenido que crearse una segunda cuenta para poder seguir tuiteando, ya que ha tenido problemas para hacer entrar en razón a Twitter. Pedir a adultos que vayan a pedirle permiso a sus padres suena cómico, pero en muchos casos simplemente no es posible aunque quisieran.