La reacción de Twitter ante los problemas de acoso y el nacimiento de grupos extremistas está siendo poco menos que discutible; su CEO Jack Dorsey parece estar más interesado en mantener a todo el mundo en su plataforma, con la filosofía de que será el debate, y no cerrar cuentas, lo que solucione los problemas.
Tal vez recordáis que, como parte de estos esfuerzos, Dorsey planteó públicamente la posibilidad de mostrarnos tuits de ideología contraria a la nuestra; de esta manera, se rompería nuestra “cámara de eco”, y en teoría podríamos aprender más de puntos de vista que no solemos tener en cuenta. Pero muchos temían que, a la hora de la verdad, se convertiría en una herramienta más para el acoso y para expandir ideas reaccionarias.
En las últimas horas puede que hayamos visto un adelanto de lo que supondría una funcionalidad semejante. Muchos usuarios de Twitter han empezado a quejarse de que han empezado a ver tuits en sus timelines sin ninguna relación con los usuarios que siguen.
Aparecen tuits de usuarios que no seguimos en nuestros timeline
En concreto, la web y las apps de Twitter muestran estos tuits como si un usuario que seguimos hubiera pulsado “Me gusta” en ellos; pero en realidad, si investigamos un poco comprobamos que en realidad nunca hicieron eso.
Los conspiranoicos aparecieron inmediatamente, y quién puede culparles. Twitter ha sido acusada de iniciar las pruebas para mostrar tuits de gente que no seguimos en nuestros timelines; y de hacerlo escondiéndose en los “Me gusta” de la gente que seguimos.
Incluso si creemos en la buena fe de la compañía, es innegable que, en apenas unas horas, los usuarios han perdido toda la confianza que tenían en los “Me gusta”; ya no pueden fiarse de que a la persona en cuestión le haya gustado el tuit.
Sólo un bug, pero también un indicador de lo que quiere la comunidad
Un detalle importante apuntaba a que todo esto no era más que un bug. Y es que muchos tuits que aparecían eran citados en los tuits que realmente fueron marcados como “Me gusta” por los usuarios. En otros casos, eran tuits cuyas respuestas habían sido marcadas como tal, pero no el tuit original.
Twitter desde entonces ha declarado que todo es, en efecto, un bug. Un representante de la compañía afirma que no se trata de un test de la prometida función, sino un problema en el que están trabajando para solucionar, y que afecta a “numerosas” cuentas.
Si es un bug, puede ser un golpe de buena suerte para Twitter; porque le ha permitido comprobar de primera mano la reacción de los usuarios al encontrarse tuits que no quieren ver.