La gran ventaja de las redes sociales es también un arma de doble filo: nos permite expresarnos exactamente como pensamos. No todas las ideologías son buenas, y por ello hay ocasiones en las que se forman redes dedicadas a las más nocivas. El mejor ejemplo es Gab, una suerte de Twitter que se caracteriza por un marcado trazo ultraderechista y racista.

Esta red ha estado inactiva desde hace una semana, pero ahora ha vuelto a la carga. Su CEO, Andrew Torba, ha anunciado que traerá de nuevo a la vida la red tras su cese de actividades al saberse que Robert Bowers, acusado de perpetrar la masacre en la sinagoga de Pittsburgh, era usuario de esta.

Pero ¿en qué consiste esta red social? ¿Realmente es tan peligrosa? Ahondaremos en esta cuestión, y dilucidaremos el auge de la extrema derecha en Internet en relación a las redes sociales actuales.

Gab promete abrir tras las acusaciones de acoger a la extrema derecha

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El mismo Bowers usó esta red social de forma previa a la masacre de Pittsburgh, y por este motivo Gab cerró su actividad temporalmente. Su CEO, como decimos, ha vuelto a reabrir las actividades de la red social en cuestión, incluso con las múltiples acusaciones de acoger y blanquear a miembros de la extrema derecha.

Torba en su presentación alega que Gab es “una red social que defiende la libertad de expresión, la libertad individual y el libre flujo de información online». La red en especial ha llegado a un acuerdo con la compañía registradora de dominios Epik de Seattle para poner en marcha el servicio. En palabras de Torba: «Nunca nos rendiremos. La libertad de expresión y la libertad siempre ganarán». 

El mismo Andrew Torba quitó hierro al hecho de que Bowers expresara sus ideas ultraderechistas en Gab y lo achacó al acusado, y no a la plataforma. No se ha librado así no solo del boicot que ha recibido de otras empresas como GoDaddy, que le cerró el dominio, sino del cese de actividades en relación a la acusación. Microsoft, Medium y demás le retiraron el apoyo comercial.

El asesino de Pittsburgh en Gab: “a la mierda vuestra perspectiva, voy a entrar”

Supuestamente, antes de entrar en la sinagoga de Pittsburgh, Robert Bowers proclamó en la red social su intención de realizar la masacre. Robert Bowers habló de la Sociedad de Ayuda para Inmigrantes Hebreos (HIAS) como la culpable de un supuesto problema social y de seguridad nacional: “A HIAS le gusta atraer invasores para que maten a nuestra gente. No puedo sentarme y ver cómo matan a mi gente. A la mierda vuestra perspectiva, voy a entrar”, escribió en su perfil en Gab. La red dijo que “los delincuentes y el comportamiento criminal existen en todas las plataformas de redes sociales”.

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Gab, fundada en 2016, siempre ha tenido un carácter ultraderechista. Esta red, bajo el manto de la “libertad de expresión” ha ido acogiendo a miembros de la extrema derecha junto a sus ideologías más perversas (antisemitismo, racismo, etcétera) y ha sido el refugio de la proclamación de estas ideas, que en muchos casos coinciden con los ideales de la supremacía blanca estadounidense.

Esta red nunca ha estado exenta de polémica. Acusó a las empresas de Silicon Valley de censurar y coartar la libertad de expresión de sus usuarios, y además tras su “viralización” después de la masacre de Pittsburgh, se supo que sus inversiones privadas ascendían hasta los 5 millones de dólares.

Su volumen de usuarios ronda los 450 000 y los 800 000, dependiendo de la fuente a la que aludas. Como es costumbre en la ultraderecha, su principal mantra es la “libertad de expresión”, concepto al que recurren sus usuarios para lanzar sus premisas xenófobas, racistas, y demás.

Una mezcla de Twitter y Reddit con personalidades de la supremacía blanca

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Gab tiene un claro enfoque que deja total y absoluta libertad de uso a sus usuarios. Como hemos comentado, la ultraderecha tiende a usar el concepto de esta libertad de expresión para lanzar sus ideas sin esperar represalias. Su sistema también lo fomenta; permite escritos de hasta 300 palabras en forma de “Gabs” cuál Twitter y permite que los usuarios voten estos escritos para darle más notoriedad.

Debido a esto, la red se ha plagado de iconos de la supremacía blanca estadounidense más radical. Entre sus usuarios están los nombres de Richard Spencer, Mike Cernovich o Alex Jones, altas personalidades del lado más ultraderechista estadounidense. Mientras que otras redes sociales ya están empezando a controlar de forma más o menos eficiente el auge de este tipo de cuentas, Gab no hace nada para refrenarlos. Como es de imaginar, no toma acciones de ningún tipo contra los posts más polémicos y extremos salvo en casos como el de Bowers en el que se involucra a la muerte de personas.

Gab nació como una respuesta a las polémicas de censura de Silicon Valley. Y aunque sí es cierto que Gab ha contribuido a la identificación y detención del asesino de Pittsburgh, su CEO nunca ha condenado expresamente el auge de la extrema derecha en su página. En sus propias palabras: “somos la startup más censurada y difamada de la historia, lo que significa que somos una amenaza la oligarquía de Silicon Valley”.

Otras empresas como Google o PayPal la rechazan abiertamente

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La respuesta recelosa de su CEO responde al rechazo sistemático de otras empresas como Google o PayPal, que han pedido abiertamente un boicot a Gab. Numerosos proveedores de diversos servicios han retirado sus campañas y sus apoyos a la red social, ya que es en estos momentos en los que Gab tiene apenas control y se ha convertido en el sitio favorito de la extrema derecha estadounidense. El mejor ejemplo es el propio Bowers, ya que su perfil en Gab no deja lugar a la imaginación.

Bowers mantuvo una cuenta verificada en Gab, donde mostraba un código (14/88) empleado por grupos neonazis. Antes de la masacre de Pittsburgh, Bowers publicó en esta red social la crítica antes mencionada a la HIAS, organización sin ánimo de lucro que ayuda a los refugiados judíos a trasladarse a Estados Unidos. Algunos de estos mensajes eran “los judíos son hijos de Satanás”.

Es por esto que las redes sociales de hoy en día deben poner filtros y normas en la comunidad para evitar la proliferación de esta clase de agrupaciones. Una red social en la que la libertad prime no es una mala idea; el problema es cuando se usa para albergar a las peores ideologías y no se hace nada por erradicarlas. Y por esto Gab a día de hoy supone un peligro para las redes sociales contemporáneas y el respeto a la convivencia en Internet.

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