Los mandos de videojuegos han ganado en complejidad al mismo tiempo que los propios juegos; desde aquellas ruedas para controlar el Pong o desde el mando de la Atari con un joystick y un sólo botón.
Los mandos actuales son mucho más completos. Aunque su diseño básico no haya cambiado mucho en las dos últimas décadas; con contadas excepciones, como el mando de la Nintendo Wii. Aparte de estas rarezas, los mandos de control son prácticamente todos iguales; y en consecuencia, los juegos se controlan todos de la misma manera.
La evolución de los juegos usa todo tu cuerpo
Puede que para dar el siguiente paso en la evolución de los videojuegos hagan falta mandos más innovadores; sí, incluso más que el Wiimote o que los controladores para realidad virtual actuales. El proyecto que han revelado los científicos del Instituto Real de Tecnología de Melbourne desde luego no se parece en nada que hayamos visto antes.
Su idea es que usemos todo nuestro cuerpo para controlar los videojuegos; y no me refiero a usar detección de movimientos para trasladar nuestros gestos al personaje del juego, eso ya se ha hecho. “The Guts Game”, el “Juego de las Tripas”, usa nuestra barriga para controlar un videojuego.
Así fue demostrado en el pasado Chi Play 2018, una convención gaming en Melbourne en la que los participantes enfrentaron sus tripas; pero ¿cómo funciona?
El “controlador” en si en realidad es una pastilla, que el jugador debe tragarse; dentro de la pastilla hay sensores que detectan la temperatura corporal interna. El objetivo del juego es acabar con un “parásito digital” que según la historia se ha metido en tu cuerpo; estos parásitos son vulnerables a los cambios de temperatura.
El mando que se controla dentro del cuerpo
Así que, para ganar, tienes que variar la temperatura de tu cuerpo lo máximo que puedas. Hay diferentes formas de hacerlo; puedes beber agua fría, comer algo picante, echar a correr, o lo que se te ocurra. Los jugadores tienen entre 24 y 36 horas para acabar con sus parásitos; el juego termina cuando la pastilla abandona el cuerpo; es decir, cuando sale entre nuestros excrementos. Ganará el que haya conseguido mayores variaciones de temperatura, medidas por la pastilla.
Por supuesto, hay que asegurarse de que no se llegan a extremos. Se recomienda hacer cosas que normalmente hacemos; ahora que las temperaturas suben en Australia, se recomiendan bebidas frías para bajar la temperatura, por ejemplo.
Este es otro ejemplo de “gamificación”, una tendencia consistente en convertir cualquier cosa en un juego. Quién sabe, puede que en el futuro haya campeonatos mundiales basados en esta tecnología.
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