A pesar de parecer un término de ciencia ficción, la navegación hipersónica está siendo una de las protagonistas principales en la investigación aeronáutica, aeroespacial y militar de los últimos años. Surcar los cielos de forma estable y mantenida más allá de 5 veces la velocidad del sonido comienza a dejar de ser un sueño para convertirse en realidad.
Como ha ocurrido a lo largo de la historia, los avances tecnológicos han ido relacionados con las necesidades militares del momento. Los ejércitos y organismos satélites cuentan, en países como Estados Unidos, con tecnología avanzadísima fruto del talento y de la continua avalancha de dinero que les llega de las arcas públicas.
Uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado la industria hipersónica es a la fabricación de motores resistentes capaces de proveer el empuje necesario. Para delicada tarea, el gobierno de Estados Unidos ha recurrido a la agencia DARPA (Defense Advanced Research Project Agency, o agencia de investigación de proyectos de defensa avanzados) inmersa en el programa Operational Fires (OpFires).
Motor híbrido hipersónico
En esta ocasión, la elegida por DARPA para realizar el 'trabajo sucio' ha sido la conocida Sierra Nevada Corporation. Esta empresa especializada en campos tan dispares como la telemedicina, los microsatélites o los vuelos comerciales orbitales; ha desarrollado y patentado el motor Vortex para propulsión hipersónica.
Este nuevo motor híbrido supone un avance importante en términos de aceleración y de reinicio. Además, el sistema de propulsión utiliza combustible sólido junto con un oxidante líquido muy estables y con capacidad para almacenarlos tanto en tierra como a bordo en el espacio, según informa Defence Blog.
Al parecer, las últimas comprobaciones realizadas en el laboratorio arrojan excelentes resultados relacionados directamente con el combustible. El sistema es capaz de almacenar mucha energía en muy poco volumen permitiendo una buena aceleración (deep throttling, lo denominan en Sierra Nevada Corporation) a la vez que la posibilidad de reencendido (reinicio de los motores) a discreción.
"El deep throttling y el reencendido expanden las herramientas para trayectorias de vuelos inteligentes e impredecibles para varios vehículos y sistemas", ha dicho Tom Crabb, vicepresidente de la unidad comercial de propulsión y sistemas ambientales de Sierra Nevada Corporation. Añade que "este programa abre un nuevo mercado en las capacidades de control de propulsión planificada o bajo demanda aplicables tanto a las capacidades de propulsión militares como a las de órbita terrestre". Crabb no menciona directamente la aplicación de su motor en misiles, pero basta echar un vistazo a la web de Operational Fires para darnos cuenta de las intenciones de DARPA.
Solo en relación con OpFires, Sierra Nevada Corporation ha realizado más de 30 pruebas con motores a escala y de tamaño real. Suponiendo un avance importante en la investigación de la tecnología hipersónica. No se conoce todavía la fecha del primer vuelo, donde tendrán que demostrar su valía al igual que han hecho los rusos y los chinos.
Qué es Operational Fires
En OMICRONO ya hemos habladosobre los misiles hipersónicos capaces de penetrar los escudos desplegados por las grandes potencias mundiales. La teoría es tan sencilla de explicar como complicada de llevar a cabo: lanzar muy alto un misil a velocidad hipersónica (entre 5 y 10 veces la velocidad del sonido) con una trayectoria final de impacto vertical capaz de zafarse del escudo antimisiles.
El objetivo último del programa OpFires es el desarrollo de un sistema de lanzamiento desde tierra firme. Para ello emplearán armas de "impulso hipersónico" que sean capaces de penetrar en las defensas antimisiles enemigas y alcance con precisión objetivos críticos.
De alcanzar buen término y según informa la propia DARPA, el sistema tiene que ser capaz de transportar diversos tipos de cargas a diferentes distancias. También debe ser compatible con las plataformas móviles de lanzamiento con las que cuenta el ejército estadounidense a día de hoy además de contar con la flexibilidad necesaria para desplegar y replegar rápidamente el equipo de lanzamiento necesario.