Telescopio Nancy Grace Roman.

Telescopio Nancy Grace Roman. NASA NASA

Defensa y Espacio

La NASA da un paso de gigante con su telescopio Roman: instalan un componente clave tras años de trabajo

El observatorio ha sido ensamblado al llamado bus espacial, una parte fundamental del observatorio que lo llevará a su lugar de operabilidad.

19 septiembre, 2024 18:31

Aunque el James Webb sea el cabeza de cartel en España, los telescopios espaciales están logrando una fama muy merecida. Incluso los que no están aún funcionando en su misión, como el Observatorio de Mundos Habitables (HWO) que buscará vida extraterrestre en 25 exoplanetas. Ahora, la NASA acaba de dar un paso de gigante en el telescopio Nancy Grace Roman, que lo acerca más a su objetivo de ser lanzado en 2027.

La agencia aeroespacial acaba de anunciar que por fin han conseguido ensamblar al completo la nave espacial que llevará al telescopio a su rumbo. Un componente vital catalogado como bus espacial, y que se encargará de llevar al telescopio a su zona de operabilidad: el punto Lagrange L2 situado entre la Tierra y el Sol. Y es que el telescopio espacial Nancy Grace Roman compartirá espacio con el James Webb, nada menos.

Después de un largo proceso de construcción, instalación y pruebas, el bus ha sido completado e instalado en la nave. Ahora que el componente ha sido ensamblado al completo, los ingenieros de la NASA podrán dedicarse a integrar algunos de los componentes principales del observatorio, como serían instrumentos científicos y el propio telescopio como tal.

Ensamblan el Grace Roman al fin

Pero ¿por qué lo llaman bus espacial? En palabras de Jackie Townsed, subdirectora del proyecto Roman en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA ubicado en Maryland, la idea detrás de este componente es trasladar al telescopio a Lagrange L2. "Pero en realidad es más como un vehículo recreativo porque tiene toda una variedad de funciones que le permiten a Roman lograr sus objetivos científicos mientras está allí también", relata Townsed.

Este es básicamente un componente central del telescopio, vital para su desempeño final. No solo por la idea de haber ensamblado la nave espacial al fin, sino precisamente por permitir a los ingenieros encargarse de otros aspectos. Este bus espacial mide 4 metros de ancho por dos metros de alto y pesa un total de 3.800 kilos. Un peso que aumentará, ya que de momento el componente está hueco.

Bus espacial acoplado al observatorio.

Bus espacial acoplado al observatorio. Chris Gunn NASA

Técnicos de la NASA aseguran haber probado todos y cada uno de los componentes del telescopio por separado, además de haber puesto a prueba la estructura al completo. El conjunto finalmente se encargará de albergar los sistemas de comunicación, energía y propulsión del observatorio, por lo que no es difícil entender su importancia para la misión.

No es para menos. Este proceso ha llevado nada menos que ocho años de trabajo repartido en campos como el diseño, la construcción o las pruebas de naves espaciales, involucrando a cientos de especialistas en el centro Goddard. Para ahorrar tiempo y costes, el equipo llegó a construir una maqueta de la propia nave, llamada unidad de verificación estructural.

Telescopio espacial.

Telescopio espacial. Chris Gunn NASA

Dicha unidad sirvió para matar dos pájaros de un tiro: completar pruebas de resistencia en la maqueta (la cual fue diseñada para ese mismo propósito) y ensamblar al mismo tiempo la nave espacial final. Su diseño, intrínsecamente modular, ayudó a que el equipo pudiera adaptarse a los cambios horarios. "Más como las piezas de un pastel de Trivial Pursuit que como un huevo nido, donde los componentes interiores están enterrados en el interior", dijo Townsed.

Una vez en el espacio, el bus colocará al telescopio Roman en su posición, y de mantenerlo funcional, en un punto cercano en el que se encuentra el James Webb. Eso sí, con una capacidad más limitada respecto a lo que ofrece el Webb. El Nancy Grace Roman, por su lado, montará un espejo de 4 metros y una cámara de 300,8 megapíxeles que operará tanto en el rango visible como en el cercano al infrarrojo. 

Los objetivos del Nancy Grace Roman son varios. Por ejemplo, la NASA desea que el Roman pueda estudiar elementos como la energía oscura y la materia oscura ubicadas en las amplias franjas del universo. También se encargará de estudiar los exoplanetas, los planetas conocidos ubicados fuera del sistema solar de nuestra Tierra. El bus espacial tendrá la tarea de transportar el telescopio, proporcionarle energía o reorientar el observatorio a objetivos cósmicos de distinta índole. 

No solo eso; el bus controlará y almacenará los datos recogidos por los instrumentos del Roman y regulará su temperatura. En su interior albergará casi 80 kilómetros de cableado eléctrico, para comunicar las diferentes partes del observatorio entre sí. La nave será la responsable de desplegar elementos como los paneles solares, el parasol inferior del instrumento, la antena de alta ganancia del Roman o su cubierta de apertura desplegable.

Diseño del telescopio Nancy Grace Roman

Diseño del telescopio Nancy Grace Roman NASA Omicrono

Con todo ello, la NASA cree que el telescopio Roman podrá enviar alrededor de 1,4 terabytes de datos al día, una cifra sustancialmente superior a los 50-60 GB del Webb y a los 3 GB del Hubble. Jason Hylan, director del observatorio Roman en el Centro Goddard, resalta que la descarga diaria del Webb "es aproximadamente comparable a 13 horas de vídeo de YouTube con la más alta calidad, mientras que la de Roman equivaldría a unas dos semanas".

Afortunadamente, la nave espacial pudo pasar las pruebas antes de proceder a instalar dentro de ella toda la carga útil. Missie Vess, ingeniera de sistemas de naves espaciales de Roman en Goddard, asegura que el año que viene, se probarán todos los sistemas juntos y comenzarán a integrar "los componentes finales del observatorio, incluida la cubierta de apertura desplegable, el conjunto del cañón exterior y los paneles solares".