Qué es Copernicus: los satélites europeos que consultó el Gobierno para ver imágenes de la DANA de Valencia
- Este conjunto de satélites ofrece datos casi en tiempo real de todo el planeta y sirve para detectar y monitorear desastres naturales.
- Más información: Despega EarthCARE: el satélite europeo que estudiará el poder de las nubes y aerosoles en el cambio climático
El sistema Copernicus de la UE se activó a las 16 horas del pasado martes 29 de octubre para obtener imágenes satelitales de alta calidad en directo de la zona afectada por la DANA. Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, el Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM) del Ministerio del Interior activó este servicio europeo que observa la tierra con fines medioambientales como la detección temprana y seguimiento de desastres naturales como inundaciones o incendios.
Nombrado así en homenaje al científico Nicolas Copérnico, este programa proporciona datos casi en tiempo real de todo el planeta, con el fin de comprender mejor el clima y medio ambiente de este. No obstante, es posible utilizarlo para necesidades locales como en el caso de la DANA y sus consecuencias en Valencia y otras provincias a finales de octubre.
"En un mundo en el que tantas personas se ven afectadas, existe una necesidad crítica de contar con alertas tempranas eficaces, esfuerzos de monitoreo y herramientas de respuesta a emergencias", indica un informe del Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus del pasado 24 de octubre, una semana antes de la DANA.
Desde el espacio
Copernicus se compone de un conjunto de satélites conocidos como Sentinel, así como otros satélites comerciales y públicos. Los Sentinel alcanzaron por primera vez el espacio en 2014 con el lanzamiento de Sentinel-1A. Desde entonces, la Unión Europea ha seguido desplegando más modelos con el objetivo de crear una constelación de 20 satélites antes de 2030.
Los datos que recogen estos satélites se suman a la información que aportan otros sistemas como estaciones terrestres. El conjunto de datos se usa con diversos objetivos, empezando por la monitorización de la calidad del agua, pasando por la detección de emisiones de metano, el cuidado de la agricultura, hasta la gestión de desastres naturales como las recientes riadas vividas en España.
Parts of southern and eastern Spain are still reeling from the effects of flash flooding after record rainfall on 29 and 30 October 2024. This #Sentinel1 capture from yesterday shows in blue tones the flooded areas in the area south of Valencia.
— Copernicus EU (@CopernicusEU) November 1, 2024
Read more:https://t.co/5XnbCgl6DQ pic.twitter.com/Kga1eVq7lu
Es larga la lista de misiones en las que pueden ser de ayuda Copernicus. La misión da servicios a la vigilancia del hielo marino en el Ártico, el seguimiento de icebergs, la cartografía rutinaria del hielo marino, hasta el control de vertidos de petróleo y la detección de buques para la seguridad marítima. Por supuesto, en tierra firme es posible ofrecer información sobre terremotos, erupción de volcanes y mapeo de bosques y suelo.
Por ejemplo, el pasado 4 de septiembre el cohete Vega de la ESA en su último viaje de despedida se encargó de colocar en su órbita el satélite Sentinel-2C, que forma parte de una constelación de dos modelos idénticos enviados al espacio con anterioridad: el Sentinel-2A (2015) y Sentinel-2B (2017). Estos orbitan en la misma trayectoria con 180º de separación para optimizar la cobertura.
Cada uno está equipado con un captador multiespectral de alta resolución capaz de proporcionar imágenes ópticas. A una altitud de 786 kilómetros ofrecen imágenes en 13 bandas espectrales con resoluciones de 10, 20 y 60 metros. La ESA explica que el satélite tiene una anchura de barrido única de 290 kilómetros.
Sin embargo, su destino no es convivir todos juntos sino mantener renovada la plantilla. Así el Sentinel-2C es el reemplazo de su predecesor, el Sentinel-2A, mientras que el Sentinel-2D tomará el relevo del Sentinel-2B en el futuro.
Alertas tempranas
Justo una semana antes de la llegada de la DANA a la península, el CEMS informaba de los avances que se están aplicando para la prevención y gestión de desastres cada vez más frecuentes como incendios e inundaciones. "El CEMS está tomando medidas adicionales para equipar a las autoridades pertinentes con las mejores herramientas para apoyar a los ciudadanos antes, durante y después de este tipo de desastre", se puede leer en el comunicado.
En este ámbito se han desarrollado nuevos conjuntos de datos con los que mejorar la precisión de los sistemas de alerta de inundaciones europeo y mundial (EFAS y GloFAS). También cuentan con una nueva herramienta, FLEXTH, destinada determinar con mayor precisión la extensión de las inundaciones y la profundidad del agua. FLEXTH combina los mapas satelitales con datos topográficos para estimar rápidamente la profundidad de las inundaciones.
En el avance de estas herramientas, la inteligencia artificial podría desempeñar un papel clave a la hora de mejorar la capacidad de los sistemas de alerta temprana de inundaciones y sequías. No obstante, está tecnología aún está en desarrollo y requiere de una gran cantidad de datos para ayudar en la detección, el monitoreo y previsión de estos fenómenos.