El mundillo de las tecnologías nunca está exento de problemas legales. Y no es de extrañar que a medida que avanza la tecnología los aspectos legales se complican. Muchas veces ya no controlamos qué puede estar haciendo los aparatos que compramos. Así se conoció que los datos de localización tanto usuarios de Apple como de Microsoft estaban permanentemente monitorizados y almacenados. En el caso de Apple, una demanda colectiva hizo que se diera la razón a los usuarios. Pero parece que los usuarios de Windows Phone no están teniendo la misma suerte.

microsoft

Resulta que aunque los usuarios han mostrado su negativa a que sus datos de localización sean rastreados, Microsoft no ha cesado en su empeño de seguir recolectando datos.

Esta misma maniobra llevó a Apple a indemnizar a los usuarios demandantes por el rastreo sin consentimiento de los datos. Una demanda colectiva fue la que llevó a los tribunales a la manza. Por lo visto había  una función oculta, en la versión 4.3.2 de iOS, que permitía al teléfono recolectar los datos de geolocalización del usuario. Un proceso que era totalmente transparente para el usuario que en ningún momento es consciente de ello.

geolocalización

En el caso de Microsoft, aseguran los usuarios demandantes que mediante la aplicación de la cámara se pueden obtener las coordenadas aproximadas de los usuarios de Windows Phone. Un software que ignora la negativa de los usuarios a ser rastreados y que podría acarrearle muchos problemas a Microsoft de seguir adelante la demanda, que fué presentada este miércoles ante la corte federal de Seattle.

Parece ser que los datos de localización de los usuarios son un jugoso valor para comercializar con fines de marketing, y como tal no parece haber miramientos en cómo conseguirlos, aunque esto viole la intimidad de los usuarios de los dispositivos que generan dichos datos. Como consumidores  y usuarios debemos ser conscientes en todo momento de las posibilidades de que este tipo de situaciones sucedan, y actuar en consecuencia.

¿Y vosotros qué opináis?