Investigadores han creado una inteligencia artificial que escribe discursos, y ya estamos escuchando a nuestros políticos dando palmas con las orejas.

¿Hasta qué punto es previsible el discurso de un político? Esta es una de las partes más importantes de su trabajo, ya que no sólo deben tener unos ideales y unas ideas, sino que sobre todo tienen que saber presentarlas al electorado.

Para descubrirlo, investigadores de la Universidad de Massachusetts crearon un sistema de aprendizaje que obtenía palabras y conceptos de 4.000 discursos políticos grabados en en el Congreso de los EEUU. El resultado de semejante tortura inhumana es una IA que es capaz de presentar un tema y defenderlo como si su vida fuera en ello.

La inteligencia artificial que escribe discursos seguramente sea el político perfecto

El sistema “se tragó” 50.000 frases, cada una con una longitud media de 23 palabras; además, también registraba el partido al que pertenecía el político que estaba haciendo el discurso, y si su postura oficial era en contra o a favor del tema tratado en el congreso.

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El sistema de aprendizaje está basado en el concepto de los n-gramas que ha popularizado Google, que consiste en analizar secuencias de n elementos (donde n es un número de palabras o frases) y predecir cuál es el siguiente elemento. Es decir, la IA debe comprender la relación entre las palabras que analiza y el contexto, para a continuación crear nuevos elementos con su propio contexto.

Por ejemplo, si analiza 6-gramas, calculará la probabilidad de que una palabra o frase aparezca teniendo en cuenta las cinco anteriores. Para iniciar el discurso el sistema elije un 5-grama aleatorio de su base de datos, y a partir de ahí continúa escribiendo el discurso; aunque no es tan simple, ya que también tiene en cuenta que un tópico concreto puede aparecer dependiendo de hacia qué dirección está moviéndose el discurso.

A continuación tenéis un ejemplo de discurso, configurado para que sea del partido demócrata de EEUU:

“Señor portavoz, durante años, consumidores honestos pero desafortunados han tenido la posibilidad de declarar su caso para disfrutar de protección contra la bancarrota, y de tener sus deudas válidas y razonables dispensadas. En la manera en la que el sistema se supone que trabaja, el tribunal de bancarrota evalúa varios factores incluyendo ingresos, bienes y deuda para determinar qué deudas deben pagarse y cómo los consumidores pueden volver a ponerse en pie. Defienda el crecimiento y la oportunidad. Apruebe esta legislación”.

¿Notas la diferencia? ¿Votaríais a un político con un discurso como este?