El ejército ya no es como hace 100 años. Ni siquiera como hace 50. Ahora, debemos tener una unidad militar específicamente preparada para combatir hackeos (un ejército compuesto por frikis, como dijo el coronel Amable Sarto), como ya hemos tratado el tema alguna vez y, como el presidente estadounidense Trump anunció ayer, un ejército espacial como el Ejército Imperial de Star Wars.
Así lo ha anunciado Trump, quién ha ordenado “inmediatamente” al Pentágono (la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos) la creación de una fuerza militar espacial. ‘Space Force’, la ha llamado, y probablemente reciba el nombre oficial de ‘U.S. Space Force‘ (Fuerza Espacial de los Estados Unidos en español, siguiendo la nomenclatura actual del ejército del aire).
Trump quiere crear una nueva sección del ejército, por primera vez desde 1947, dedicada al espacio
Con este nuevo ejército, Trump quiere proteger la supremacía de Estados Unidos en el espacio (es decir, que nadie se le adelante y domine este campo antes que ellos, en otras palabras). «Cuando se trata de defender a Estados Unidos, no es suficiente tener simplemente una presencia estadounidense en el espacio. Debemos tener el dominio estadounidense en el espacio». «Vamos a tener la Fuerza Aérea y tendremos la Fuerza Espacial, separada pero igual», explicó Donald.
Trump quiere un ‘Ejército Imperial’
Esta sexta sección del Pentágono, de la que Trump ya había hablado anteriormente, no va acompañada de ninguna orden ejecutiva, al menos por el momento (es decir, Donald Trump no ha firmado nada que ordene crear inmediatamente esta fuerza): las declaraciones de Trump no fueron oficiales, como explica el medio online Wired, pero si el presidente de los EEUU quiere, a largo medio-largo plazo se va a acabar desarrollando, y esa es su intención.
La orden, totalmente improvisada por el presidente de los EEUU, fue dirigida al General de la marina Joseph Dunford, quien aceptó el reto. La pregunta es para qué queremos un ejército espacial, ¿nos enfrentaremos a una inteligencia de otro país? Uno de los motivos más fuertes de Trump, aparte de impedir que «China, Rusia y otros países nos guíen [en la creación de este cuerpo]» es controlar el desorden y tráfico de satélites para evitar colisiones y rupturas de naves.
Por el momento no hay ninguna estimación de cuánto podría costarle este proyecto al gobierno de EEUU (posiblemente no lo sepa ni el propio Trump), aunque un presupuesto para comenzar a operar desde cero debe ser estratosférico.
Trump también se ha comprometido a volver a la Luna e incluso realizar alguna misión eventual a Marte mientras dure su mandato (piensa ser reelegido de nuevo en las próximas elecciones). No obstante, paradójicamente ha reducido la financiación de la NASA y ha provocado cambios internos que han provocado la cancelación de algunos programas de vital importancia para llegar tanto a la Luna como a Marte.