Lo que ves en pantalla es la primera foto de un agujero negro en el espacio jamás tomada. Esta fotografía es histórica porque hasta la fecha no se ha podido tomar una y esta es la primera en su “especie”. Y sí, puede que os parezca un poco decepcionante la toma debido a lo borrosa que es, pero creednos; esta foto ha hecho historia.
La primera foto de un agujero negro en la historia
Tal y como adelantan en El Español, la foto muestra un agujero negro a una distancia de 500 millones de billones de kilómetros y el agujero en sí mide aproximadamente 40 mil millones de kilómetros de ancho, tres millones de veces el tamaño de la Tierra, y ha sido descrito por los científicos como “un monstruo”. Este fenómeno es, básicamente, más grande que nuestro sistema solar completo.
Este es según los expertos uno de los agujeros negros más pesados y más grandes que existen y tiene una masa de 6.500 millones de veces la del Sol. Según el profesor Heino Falcke, de la Universidad de Radboud en los Países Bajos, es “el campeón de los pesos negros de los agujeros negros en el Universo”.
Hay que recordar que los agujeros negros a efectos prácticos no se pueden ver. Los agujeros negros se deforman en el espacio tiempo de tal forma que deberían proyectar una especie de sombra sobre la materia brillante que rodea el horizonte del evento. Es esta sombra lo que el EHT ha querido ver, y lo que sale en la toma que podemos ver en pantalla. De hecho, la misma fotografía es una interpretación de mediciones de 8 telescopios diferentes.
La foto ha sido publicada por el Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT) y se ha basado en unos 8 petabytes de datos, lo que a comparación rápida suponen unas 8000 horas de música ininterrumpida. Los telescopios que han recogido las mediciones están repartidos por Estados Unidos, el Polo Sur, México, Chile, Hawaii y además España.
¿Cómo se hizo la foto del agujero negro?
En 2017 el EHT midió 2 agujeros negros situados en el centro de la Vía Láctea. El más cercano a nosotros a una distancia de 26.000 años luz es unas 30 veces más grande que nuestro Sol. Se midió una distancia equivalente a estar en Madrid intentar ver los agujeros de una pelota de golf dentro de un hoyo en Moscú.
Además de la distancia se tenía en cuenta el tema de la resolución y que se debía obtener una pureza de la imagen lo suficientemente nítida para que se pudiera al menos ver la imagen. Para observar dichos agujeros se usaron estos 8 telescopios usando la técnica de la interferometría.
El agujero negro fue observado por estos 8 telescopios en sincronización. Se combinaron las imágenes que se obtuvieron de los 8 telescopios. Se tomaron mediciones durante 5 días pero en vez de tomar millones de fotos de ese agujero negro en ese lapso de tiempo, un grupo de antenas de radio miró al mismo lugar durante las mismas jornadas. De ahí que generaran esos 8 petabytes de datos que además tuvieron que ser gestionados (sincronizadas, calibradas, etcétera) en estos 2 años para formar la imagen.
Esta es la clave; estos aparatos no toman fotos, sino que captan señales, por lo que la foto no es una “foto” per se; es una interpretación de las mediciones realizadas por la captación de esas señales. Para captar a estos agujeros negros se necesitaría un telescopio como un planeta de grande. La red de estos 8 telescopios creó un telescopio virtual de ese tamaño.
De hecho, para tomar esas señales de forma sincronizada, se ha usado lo que se conoce como relojes atómicos cuya precisión es igual al desajuste de un segundo cada 100 millones de años. Igualmente, esta foto es todo un hito en la ciencia moderna, y estos 2 años han dado buena fe de ello.