Cuando compramos un móvil nuevo, esperamos encontrarnos con una serie de apps preinstaladas que ya estaban ahí sin que las hayamos instalado por nuestra cuenta.
En algunos casos son aplicaciones básicas como un navegador web, una calculadora o una app de mensajería, pero en otros, pueden ser son consideradas como "bloatware", programas indeseados que intentan hacer que usemos un servicio, como una red social, en el que no estamos interesados.
El bloatware no es precisamente nuevo; en el sector de los ordenadores portátiles lleva décadas molestando a usuarios con publicidad y funciones que nunca pidieron. Pero con los smartphones este problema es cada vez más acuciante.
Contra las apps preinstaladas
Ahora The Financial Times ha revelado que la Comisión Europea está trabajando en un borrador de una nueva legislación que atajaría directamente el problema de las apps preinstaladas.
Se trata de la nueva norma comunitaria de servicios digitales (Digital Services Act), un conjunto de medidas diseñadas para "reforzar el mercado único de servicios digitales" y "fomentar la innovación y la competencia". Para ello, la Comisión está planeando cómo quitar poder a las grandes plataformas y darles una mayor responsabilidad; Apple y Google, como propietarias de iOS y Android y ya investigadas por la CE, serían las principales afectadas.
Una de las medidas que aparecen en el borrador consistiría en prohibir a estas compañías la inclusión de sus propias aplicaciones en los dispositivos electrónicos que usan sus sistemas. El borrador indica que las empreas no deberían ser capaces de preinstalar sus propias aplicaciones en smartphones y ordenadores, o forzar a otras empresas a preinstalar su software.
iOS y Android, afectadas
No parece ningún secreto que es una norma diseñada para iOS y Android, los dos sistemas más populares en el sector móvil, aunque también se mencionan ordenadores portátiles y por lo tanto Microsoft y Windows 10 también se verían afectadas.
Apple incluye sus propios programas por defecto en todos los iPhone y iPad que vende; entre estas aplicaciones se encuentran servicios que ya tienen rivales y que, según la UE, podrían verse perjudicados por esto. Por ejemplo, la preinstalación de Apple Music puede fomentar el uso de este servicio frente a otros como Spotify; aunque la Comisión no ha nombrado específicamente estos servicios, Spotify ha presentado varias quejas y demandas contra lo que considera un abuso de posición dominante.
En el caso de Android, es una situación más complicada. Aunque Android es un sistema abierto que cualquiera puede usar, la mayoría de fabricantes llega a un acuerdo con Google que les obliga a instalar sus aplicaciones, como Youtube, Google Fotos o el buscador web. Las empresas que no quieren o no pueden llegar a estos acuerdos, como Huawei, se encuentran en clara desventaja.
La nueva legislación sería presentada el próximo diciembre, y probablemente recibirá muchos cambios, así que no es seguro que esta norma se haga realidad; en todo caso, será motivo de lucha para Apple y Google.