Pasando de la privacidad de tus datos: Una historia sobre las redes sociales
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Es el eterno debate que siempre aparece cuando hablamos de internet y concretamente de las redes sociales. Siempre tenemos en mente el trato que aplicaciones y redes hacen de nuestros datos, y el uso que hacemos en general de estas aplicaciones y cuánto de nosostros y de nuestra intimidad exponemos.
Una vez más desgraciadamente sale a la palestra el tema de la privacidad dado que, casualidad o no, se han juntado varios casos en los que aplicaciones de redes sociales tienen serios problemas con los datos privados de sus usuarios. Casos como el de Path o Hipster ponen de manifiesto muchos factores a los que deberíamos prestar más atención los usuarios pero sobretodo las empresas que están detrás de estas aplicaciones.Los hechos son que se ha descubierto que tanto Path como Hipster han estado enviando toda la agenda de contactos (incluyendo nombres, teléfonos y direcciones de email) a sus servidores sin previo consentimiento por parte de los usuarios. Es decir, de forma totalmente transparente para nosotros. Tienen como común denominador que en ambos casos ha sido un usuario el que ha puesto en evidencia un fallo que supone un punto muy negativo para la aplicación. Esta sensible información queda almacenada en sus servidores sin ningún tipo de reparo.
Ambas empresas ya han puesto manos a la obra para subsanar el problema y han pedido disculpas por el error. Pero parece algo común en casi todas las aplicaciones sociales el obviar los derechos de los usuarios y tratar los datos dando por supuesto que al usuario no le importará (ni tiene por que saberlo), hasta que alguien descubre el pastel y entonces toca rectificar y pedir disculpas.
Si os dais cuenta parece una norma general que ya ha ocurrido con infinidad de casos, no sólo con los que os comentamos. Sin ir más lejos uno de los que más quejas y más problemas de privacidad arrastra, Facebook, lo ha tenido que hacer en muchas ocasiones. Y así poco a poco se va devaluando lo que ya de por sí poco vale la privacidad y la intimidad en internet. Y no es que nos tengamos que esconder. Hemos de ser conscientes y actuar en consecuencia cuando estamos en internet y las redes sociales. Sólo compartir mis datos si yo doy mi consentimiento para ello. Sería lo lógico.
Pero mucho más conscientes han de ser los desarrolladores detrás de estas aplicaciones. De poco sirve pedir disculpas y decir que te preocupas por la seguridad y privacidad de los datos de tus usuarios cuando estás copiando de forma totalmente descarada y sin permiso su agenda, por ejemplo. Hablando en plata, aquí la cagas y no pasa nada. Hay que diseñar las cosas con más cabeza y con menos “picardía”. No vale con tirar la piedra y luego pedir perdón. Pero, ¿algún día cambiará esta historia? ¿Os parece correcto?