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Tecnología

Si en el cielo hay infinitas estrellas, ¿por qué es negro y no blanco?

15 septiembre, 2012 22:28

La pregunta parece un poco tonta, y es debido a que como cada noche observamos que el cielo no es blanco, sino negro, nuestra mente funciona haciendo esto como algo racional, cuando en realidad la explicación de esta pregunta no es nada sencilla. Y de hecho a traído de cabeza a astrónomos y físicos durante miles de años, considerándose este problema como una paradoja, ya que mientras la lógica nos dice que deberíamos ver el cielo cubierto de estrellas por ser estas infinitas en el Universo, lo que observamos es que es totalmente negro con algunos puntos brillantes.

Este dilema científico se conoce como Paradoja de Olbers, y fue formulada por el científico homónimo alemán en 1823, aunque ya antes había sido mencionada por Cháseaux y Kepler más de 200 años antes. El planteamiento es muy sencillo. El Universo tiene infinitas estrellas, y todas ellas iluminan. Si miramos al cielo por la noche, en este sólo deberíamos ver su luz, y por lo tanto un cielo completamente negro. Sin embargo todos sabemos que no es así.

Es importante entender que esto no es ninguna tontería, y que el planetamiento de Olbers con su paradoja está aceptado como correcto por el mundo científico. Además del problema del cielo nocturno, Olbers se encontró con el problema de la temperatura, ya que las estrellas también calientan. No sólo debería recibirse durante la noche una luz 50.000 veces superior a la del Sol, sino que la temperatura de la tierra tendría que ser de más de 5.500ºC. Evidentemente Olbers sabía que esto no era correcto, igual que lo sabemos nosotros, por eso es una paradoja. Pero entonces, ¿qué falla? ¿Por qué todo esto no ocurre cuando los cálculos y la lógica nos dice que debería ser así?

Al principio los astrónomos se contentaron con explicar que la luz de algunas estrellas sería bloqueada por masas intermedias, estrellas apagadas o polvo estelar. Estos escudos ocultarían la luz de algunas estrellas, y eso explicaría que el cielo nocturno fuese oscuro. Sin embargo, tal y como explica la profesora Karen B. Kwitter y como ya se ha demostrado, esto no es real, ya que con el tiempo esas masas intermedias se irían calentando hasta iluminar igual que sus fuentes, por lo que no soluciona la paradoja de Olbers.

Otra respuesta que se ha dado es que las estrellas no tienen una duración infinita, por lo que al irse apagando iríamos dejando de verlas, y por lo tanto no iluminarían completamente el cielo nocturno. Esto es correcto, pero la explicación es incompleta ya que también se crean nuevas estrellas que vendrían a compensar la falta de iluminación de las que mueren.

Así que para completar la explicación hay que completarla. La cuestión clave es que aunque el Universo sea infinito, el tiempo que lleva existiendo no lo es. Por lo tanto no ha habido tiempo para que la luz de todas las estrellas llegue desde su origen hasta nosotros, y por lo tanto a iluminar nuestro cielo. Entramos entonces en que para conseguir una iluminación total del cielo nocturno tienen que coincidir dos hechos, que una estrella esté viva y que lleve el suficiente tiempo para que su luz llegue a nosotros. Para que el cielo nocturno fuese blanco esto tendría que pasar con las infinitas estrellas del Universo a la vez, y como es un proceso azaroso esto es imposible. Cuando nos llega la luz de unas, no ocurre con las de otras.

Es decir, el cielo nocturno es oscuro porque no ha habido el suficiente tiempo para que llegue la luz de todas las estrellas del Universo. Si la vida de las estrellas fuese infinita y llevásemos el tiempo suficiente en el Universo desde su creación, el cielo nocturno sí sería blanco y no negro.