La invasión del pez león en el Atlántico empieza a ser un problema
En este caso, la mano del hombre es la única solución
Puesto que el pez león (Pterois antennata) forma parte de una familia de peces llamada Scorpaenidae se le conoce de manera errónea como pez escorpión. Es un animal venenoso, como bien indica su piel a rayas, y es un depredador muy voraz que no tiene depredadores naturales. Por este motivo, resulta una especie invasora que está causando problemas en el Mar Caribe y en el Océano Atlántico.
En el primer estudio realizado por la Universidad Estatal de Oregón se muestran los resultados de la primera expedición en el océano Atlántico en la costa de Florida para estudiar la invasión del pez león. Lo más preocupante es que a 300 metros de profundidad todavía se encuentran importantes poblaciones de este pez y de tamaños bastantes grandes.
Debido a que son más grandes de lo que se pensaba en un principio, la depredación también es mayor y los daños sobre las poblaciones de especies nativas pueden ser totalmente devastadores. De hecho, en algunas zonas la depredación del pez león ha supuesto una reducción del 80% en algunas de las especies nativas.
Por su parte, la Universidad de Carolina del Norte ha estudiado 71 arrecifes de 3 regiones del Caribe durante más de 3 años. Sus resultados muestran que no existe una relación entre la densidad de peces nativos y la de depredadores nativos lo que sugiere que esta interacción no funciona como método para reducir la población del pez león en las áreas estudiadas.
También encontraron que en los arrecifes protegidos sí que había una población menor de eta especie debido a que los administradores de esos espacios los eliminan directamente.
Ambos estudios proponen que la única solución al problema de la creciente población de este pez es la mano del ser humano. A largo plazo, si los peces león siguen diezmando la población de peces herbívoros, las algas comenzarán a proliferar y acabarán afectando a los arrecifes y al delicado equilibrio que existe en estos ecosistemas tropicales.
Fuente: Universidad Estatal de Oregón, Eurekalert