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Descubren el mecanismo cerebral que conecta el olfato con el apetito

15 marzo, 2014 17:36

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Como el nombre de la entrada indica, se ha encontrado el mecanismo cerebral que une olfato y apetito, más específicamente el receptor que interviene en esta conexión. Este hallazgo viene de la mano de investigadores en neurociencia de la Universidad del País Vasco.

Ya era sabido que los estados de ayuno, de hambre, tienden a potenciar el olfato del sujeto, suponiendo desde un punto de vista darwiniano que de esta forma sería más fácil encontrar comida y podría alimentarse. Pues bien, este mecanismo está mediado por una sustancia cannabinoide endógena que estimularía el receptor CB1.

El mecanismo del proceso

Una situación de hambre genera que se sintetice un tipo de cannabinoide endógeno específico cuyo nombre es la anandamida y que se une al receptor descubierto, el CB1. Este receptor se localiza en determinadas zonas del bulbo olfatorio, una pequeña estructura que reposa sobre la lámina cribosa, la pequeña barrera ósea que separa nuestras fosas nasales del cerebro.

Al activarse, se produce una reducción de la excitación procedente de zonas olfatorias del cortex cerebral. De está forma toda la actividad intrínseca del propio bulbo se ve favorecida, por lo que somos capaces de captar mejor los olores.

El experimento

Los experimentos fueron llevados acabo con ratones mutantes a lo largo de 4 años en los que primeramente determinaron la localización de este receptor. Posteriormente pudieron discernir las vías implicadas en su función y determinaron su relación tanto con el aumento del olfato, como con la ingesta de comida en situaciones de hambre. El científico especifica que en fases en que los animales no sufrían hambre, este efecto no se daba.

Todo esto pudo llevarse a cabo ya que lo que se hacía era bloquear mediante fármacos el receptor, o mediante ingeniería genética, crear ratones sin este receptor, pudiendo así ver las reacciones ante su activación o inhibición.

Además de mediante estos cannabinoides endógenos,  este mecanismo puede llevarse acabo también por otro tipo de cannabinoides, como el que probablemente todos tendréis en mente, el THC, componente de la marihuana.

Según los descubridores, este receptor nos abre la puerta al tratamiento de diversas enfermedades como la bulimia o la anorexia.

Vía | EHU.