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La metadona reduce la testosterona... pero solo en hombres

15 septiembre, 2014 11:17

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La ciencia avanza, y cada día podemos comprender mejor las cosas en muchísimos ámbitos. Si el otro día os hablábamos de una investigación acerca de los graves efectos de la cocaína en nuestro cerebro, hoy es el turno de otra droga: la metadona.

Un estudio en el que participaron 1.000 adultos mostró que los hombres que fueron tratados con metadona tenían más o menos una cuarta parte de la testosterona que tenían los hombres que no tomaban este opiáceo. Sin embargo, las mujeres del estudio no sufrieron cambios significativos en sus niveles de testosterona.

¿El remedio es peor que la enfermedad?

La metadona es una droga que actualmente se emplea en los programas de desintoxicación y mantenimiento de los farmacodependientes de otros opiáceos, tales como la heroína. Su uso en estas terapias puede que se ponga en duda a la luz de los datos revelados en el actual estudio: 

“Esperábamos que los hombres tuvieran más baja testosterona. No era algo nuevo”, dijo la investigadora Zainab Samaan, profesora asistente en la McMaster University en Hamilton, Canadá. “Lo sorprendente fue la magnitud de la reducción”

Los médicos deben ser conscientes de estos hallazgos y deben manejar con cuidado estas reducciones de testosterona, asegura la científica, incluyendo comprobaciones de los niveles de testosterona antes y durante la terapia con metadona.

Algunos mitos y verdades sobre la testosterona

Finalmente, y como meras curiosidades, poco a poco vamos descubriendo (y desmitificando) a esa hormona tan conocida por encontrarse en elevadas cantidades en los hombres: La testosterona.

Por una parte, siempre se ha asociado el uso de testosterona al mundo del culturismo y el fitness, como una especie de hormona milagrosa que conduce a un gran aumento de masa muscular en poco tiempo. Sin embargo, en dos estudios diferentes publicados en el Journal of Applied Physiology y la European Journal of Applied Physiology se descubrió que aquellos individuos con hasta un 45% más de testosterona externa en su organismo no eran capaces de producir más proteínas para una mayor ganancia muscular.

Por otro lado, la testosterona también se ha asociado al comportamiento violento y/o la agresividad, y según un reciente estudio la testosterona sí estimula las áreas cerebrales relacionadas con el comportamiento agresivo, como la amígdala o el hipotálamo.

Finalmente, y como dato bastante sorprendente, según un estudio publicado en PLoS ONE, los altos niveles de testosterona fomentarían el comportamiento social y nos harían más honestos, es decir, menos proclives a mentir. Curioso, la verdad.

Fuente: WebMD