Desmontando mitos: El azúcar NO produce hiperactividad
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Aunque el día de Halloween sea un día festivo donde prima la diversión de los jóvenes, y la de los no tan jovenes, hay algunos que no lo pasan tan bien: los padres. Tras la noche de Hallowen, los padres siempre se hacen dos preguntas: “¿Cuantos caramelos puedo quitarle a mi hijo sin que se entere?” y “ya está otra vez mi hijo hiperactivo, ¿será por el azúcar?”
Pues bien, desde Medciencia os traemos una investigación que asegura que la idea de que el azúcar causa hiperactividad en los niños tiene la misma credibilidad científica como creer que la tierra es plana, o que el sol gira alrededor de los planetas. Es muy típica la réplica que los padres exponen ante estas noticias: Estos estudios son financiados por la industria azucarera, los datos son manipulados, y mis niños están rebotando en las paredes después de comer azúcar…. pero la ciencia no vive de conspiraciones.
¿Hiperactivos? La ciencia no opina igual
Es cierto que después de que sus hijos pasen un par de horas corriendo, riendo, yendo hacia arriba y hacia abajo por las calles de su barrio con los amigos, consumiendo pequeñas cantidades de cafeína en las golosinas de chocolate, quedándose despiertos hasta mucho más allá de sus horas de acostarse, les haga parecer realmente hiperactivos. Pero claro, echarle toda la culpa al azúcar porque sí es otra historia.
Sin embargo, si pusieras a tu hijo en un laboratorio de investigación, como muchos científicos ya han hecho, y les dieras o agua con azúcar o agua que sabe muy dulce, pero sólo contiene un edulcorante artificial lo que te encuentras es… nada. Ningún comportamiento exhibido cumpliría la definición de hiperactividad. El único cambio de comportamiento podría ser, por el contrario, un niño más tranquilo para mirar un libro o una pantalla (como bien afirmó un estudio del Journal of Psychiatric Research de 1982). El agua azucarada no sólo no les ha incitado a correr y saltar por encima de las sillas, sino que les podría haber producido el efecto contrario y hacer que sintieran somnolencia.
Jhon Claybor lo resume de una forma muy clara en su página blog, Athenaeum Electronics, apoyándose de varios estudios en los últimos 20 años en diferentes laboratorios con diferentes investigadores y los niños como sujetos, han llegado con la misma conclusión: No hay altos niveles de azúcar, ¡El azúcar no produce hiperactividad!. Eso sí, tiene otras consecuencias, de las que ya hemos hablado.
Por supuesto, el consumo de azúcar debe siempre vigilarse, sobre todo en los mas jóvenes, pero no pasa nada por disfutar de Halloween y darse un pequeño capricho de golosinas (¡con moderación!).
Fuente: Psychology Today