Los cigarrillos electrónicos también son malos para tu salud
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Dejar de fumar no es tarea fácil. Un cigarrillo tras cada comida, después del trabajo o en los tiempos muertos, son estos momentos los que hacen de la rutina del fumador su base, y los que verdaderamente hacen difícil el trabajo de quitarte de la nicotina. Como alternativa, surgieron una infinidad de productos que pretendían minimizar y hacer de forma progresiva que pudiésemos dejar el tabaco, ya sean introduciendo pequeñas dosis de nicotina como los parches de nitocina, pastillas para chupar, e incluso gomas de mascar. Al mismo tiempo se desarrolló un producto que combatiría de forma “saludable” el hábito de coger el cigarro y llevárselo a la boca, y que conoceríamos como cigarrillo electrónico.
Funcionan básicamente como inhaladores, de los que tomamos un aire condensado, que conformaría un vapor de nicotina líquida (también los hay sin nicotina), extracto de tabaco, aromatizantes y propilenglicol, simulando la tarea de fumar y proporcionando una pequeña dosis de nicotina.
Lo que en un principio parecería una alternativa segura para dejar de fumar, ha resultado ser un elemento potencialmente dañino según los investigadores del Penn State College of Medicine.
No causan el mismo daño que los cigarrillos normales, pero lo causan
La realidad sobre los cigarrillos electrónicos es que estos no causan el mismo daño que los cigarrillos convencionales, pues no estaríamos introduciendo en nuestro cuerpo alquitrán y nicotina en altas cantidades, pero según el último estudio por el profesor de ciencias de la salud pública y farmacología John P. Richie, se ha demostrado que el vapor de los cigarrillos electrónicos contienen sustancias altamente reactivas de radicales libres; moléculas asociadas con el daño celular y el cáncer.
Estudios previos habían encontrado aldehídos en baja cantidad, que podían estar asociados con el daño celular. Pero hasta el momento, nadie había enfocado su búsqueda en radicales libres.
Las cifras indican que posee unos niveles altos de radicales libres, de 1000 a 100 veces menores que los que posee un cigarrillo convencional (pero siguen siendo altos).
Los resultados publicados en Chemical Research in Toxicology han consolidado la investigación como el primer estudio que demuestra con evidencias el potencial nocivo de los cigarrillos electrónicos.
Malas noticias para los ex-fumadores
Aquellas personas que eligieron el cigarrillo electrónico para dejar de fumar deben replantearse seriamente otra alternativa. Para ello, deben considerarse que el dejar de fumar comprende tanto un ejercicio físico (no tomarlo) como un ejercicio mental (no sentir la necesidad).
Para desprenderse del hábito de fumar, se puede recurrir a pequeños sustitutos, que sean inocuos para nuestro organismo, como chicles, caramelos sin azúcar o pelotas anti-estrés. La parte más dura es mentalizarse, hacerse a la idea que fumar no forma parte de nuestra rutina. Como bazas, disponemos de la meditación, la lectura de bibliografía de autoayuda, el ejercicio físico, y probablemente el más importante, el consejo o indicación de algún familiar o conocido que desee en medida que dejemos de fumar.
Fuente | PennState