Cómo conseguir las mejores fotografías de copos de nieve
Un experto nos explica cómo fotografiar copos de nieve. No es fácil, teniendo en cuenta lo diminutos que son.
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El fotógrafo canadiense Don Komarechka nos explica cómo fotografiar copos de nieve.
Con 2.500 horas a sus espaldas fotografiando sólo agua congelada, podemos decir que la experiencia de Komarechka es un grado, y eso se ve claramente en sus fotografías.
Fotografiar nieve no es nada simple, es un proceso para el que necesitamos una mente obsesiva, que quiera capturar la perfecta geometría de los copos en su máximo esplendor, antes de que se fundan y desaparezcan para siempre.
Cómo fotografiar copos de nieve, según los expertos
El proceso es sencillo, Komarechka tiene un guante negro en el que recoge nieve recién caída, y la fotografía sin trípode. Las fotos tienen que tomarse en el exterior para evitar que los copos se fundan demasiado rápido. Hay que encontrar un equilibrio, los copos más frescos se fundirán más rápidamente, pero al mismo tiempo los que llevan más tiempo pierden detalles de su estructura.
No lo dudes, por cada foto buena que consigas también habrás conseguido decenas en las que no se vea nada, el foco sea el equivocado o que salgan movidas.
Como es tremendamente difícil que el copo esté completamente en foco, son necesarias entre 30 y 50 fotografías y un proceso de edición que dura unas cuatro horas para combinar el foco y crear la imagen perfecta, aunque Komarechka toma unas cien fotografías por cada copo para asegurarse de que no pierde nada.
El resultado son estas bellas fotografías en las que podemos admirar sus formas perfectamente, como han demostrado otros fotógrafos de nieve.
Fuente | Don Komarechka