Los espermatozoides de laboratorio ya son una realidad
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En ocasiones los espermatozoides humanos deciden que lo suyo no es moverse, que no valen para eso de viajar por cuerpos ajenos, y ahí tenemos el gran problema: La infertilidad masculina.
Los tratamientos contra este mal que afecta a un 5% de las parejas han ido perfeccionándose durante los últimos años, y hoy podemos hablar de una nueva técnica revolucionaria gracias a un grupo de investigadores chinos de la Universidad Médica de Nanjing: Espermatozoides de laboratorio.
Los espermatozoides artificiales ya están aquí
En su estudio, publicado en Cell Stem Cell, este grupo de científicos afirman haber conseguido crear espermatozoides artificiales totalmente funcionales a partir de células madre embrionarias de ratones. Tras este hito, usaron el esperma para obtener descendientes mediante fecundación in vitro… ¡y funcionó!
La infertilidad afecta de forma global al 15% de las parejas a nivel mundial, y un tercio de los casos se debe a la infertilidad masculina. Entre las diversas causas, una de ellas es el fallo en las células germinales de los testículos, cuya división celular (meiosis) no funciona correctamente a la hora de crear espermatozoides. Precisamente los investigadores de este trabajo han centrado sus esfuerzos en evitar fallos en dicha división celular.
Así lo comenta Jiahao Sha, coautor del estudio:
“Nuestra técnica es prometedora para el tratamiento de infertilidad masculina, ya que sintetiza todas las etapas de la meiosis. Lograr el desarrollo in vitro de las células germinales ha constituido un objetivo fundamental tanto en biología como en medicina reproductiva. Hemos logrado un avance importante gracias a la obtención de esperma funcional en el laboratorio”
Los estándares de los espermatozoides artificiales
Por otro lado, los investigadores afirman que un comité de biólogos especializados en reproducción han establecido unas normas estándar para la creación de células germinales artificiales, como el hecho de que el ADN del núcleo celular sea correcto en todas las etapas de la división, que no haya fallos en el número de cromosomas, etc.
Sha indica que cumplen totalmente con este comité, por lo que su trabajo y futuro tratamiento para la infertilidad masculina es prometedor.
Para lograr este desarrollo, Sha y sus colegas convirtieron células madre en células germinales primordiales. Posteriormente las expusieron a células testiculares y hormonas sexuales como la testosterona para imitar las condiciones naturales del cuerpo humano. Así, las células germinales se sometieron a una división celular (meiosis) completa para crear los espermatozoides de laboratorio con su ADN y cromosomas correctos.
La prueba de fuego para los espermatozoides de laboratorio
Para comprobar que los espermatozoides artificiales habían cumplido correctamente con todo el desarrollo, los investigadores inyectaron las células de esperma en óvulos de ratones hembra, y posteriormente transfirieron los embriones fecundados a las hembras.
Dichos embriones se desarrollaron con total normalidad, llegando a convertirse en crías totalmente sanas y fértiles.
La ética llama a nuestra puerta
Como duda final, y como ya nos preguntamos al hablar sobre modificación genética en embriones, la pregunta lógica es: ¿Qué implicaciones éticas tiene este trabajo?
Los investigadores afirman que usaran sus hallazgos para estudiar a fondo la división celular o meiosis de las células sexuales, y también comprobaran su éxito en otros animales como los primates. Pero, ¿es ético llegar a usar espermatozoides artificiales en humanos para inseminación artificial o fecundación in vitro?
Fuente | Cell Stem Cell.
