"Nobel de la neurociencia" para los descubridores de cómo funciona la memoria
Los avances sobre cómo se forma la memoria han sido galardonados con el Brain Prize o "Nobel de la Neurociencia" de 2016.
2 marzo, 2016 21:35Noticias relacionadas
El funcionamiento de la memoria, es decir, cómo se forma la memoria o cómo se forman los recuerdos bien merece un premio: El Brain Prize.
Los ganadores de tal galardón, que no es oficialmente un Nobel, pero si se le conoce como “Premio Nobel de la Neurociencia” han sido tres profesores de origen británico, los cuales han compartido nada más y nada menos que un millón de euros por sus descubrimientos y hallazgos en referencia a la memoria humana.
Los inicios de todo esto datan del año 1973, donde el profesor Bliss y su colega Terje Lomo empezaron a experimentar con conejos sus teorías cerebrales: Debía haber algo que conectase las neuronas a parte de las conocidas sinapsis, pero la formación de nuevas conexiones no era factible. Sin embargo, reforzar las conexiones existentes sí.
La formación de la memoria, 100 años de misterio por fin resuelto
El Grete Lundbeck European Brain Research Prize, más conocido como “Brain Prize” o “Premio Nobel de la Neurociencia” ha caído en manos de Tim Bliss, Graham Collingridge y Richard Morris, los tres de origen británico curiosamente. Entre los tres investigadores han conseguido resolver un misterio que envuelve al cerebro humano desde el año 1900, cuando se descubrió la existencia de las sinapsis o conexiones entre neuronas.
Para formar la memoria, debía haber algún cambio en esas sinapsis, algún refuerzo, pero no se sabía dónde se producía dicha intensificación de las conexiones cerebrales. Si tenemos en cuenta que el cerebro humano tiene unos 100 mil millones de neuronas, y cada una de estas unas 5.000 sinapsis o conexiones cerebrales (500 billones de sinapsis cerebrales en total), la búsqueda se hace pesada.
Avances cómo se forma la memoria, paso a paso
El primero de ellos en empezar los estudios al respecto fue el profesor Bliss, que junto a su colega Terje Lomo identificaron un conjunto de sinapsis en una zona cerebral llamada “hipocampo” en conejos, un área que se cree que es vital para la memoria. Si se aplicaba estimulación eléctrica (potenciación a largo plazo o LTP), esta zona en particular parecía reforzar sus sinapsis. Sus descubrimientos salieron a la luz en 1973, donde se habló por primera vez de la “plasticidad cerebral” como respuesta al refuerzo de una actividad o experiencia. Lo que hoy conocemos como “memoria”.
Posteriormente, el profesor Collingridge encontró los receptores NMDA, las proteínas que se activaban con esta estimulación a largo plazo o LTP, lo que induce a nuestro cerebro a formar recuerdos.
Finalmente, el profesor Morris demostró que la LTP en animales es importante para el aprendizaje y la memoria. Trató a ratas con una medicación que bloqueaba el proceso normal de refuerzo memorístico a largo plazo, lo cual daba lugar a una incapacidad para el aprendizaje de las ratas.
Los ganadores del Brain Prize y los avances contra el Alzheimer
Por desgracia, según comenta Morris, el trabajo de los tres investigadores no ha podido frenar la grave enfermedad de Alzheimer. Aún así, ellos creen que sus descubrimientos pueden haber ayudado en la futura creación de medicamentos para solucionar las pérdidas de memoria durante las primeras etapas de la enfermedad.
Como curiosidad, cuando se le preguntó al profesor Bliss en qué iba a gastarse su parte de premio, parece que tiene buenas ideas de inversión:
“Creo que me compraré un coche eléctrico con parte del premio. Con el resto, no tengo ni idea de qué hacer”
Vía | The Independent.
Fuente | Brain Prize.