La sorprendente relación entre los virus y masa muscular
Existe una curiosa relación entre virus y masa muscular masculina, a su vez relacionada con la formación de la placenta. Hoy os contamos en qué consiste.
13 septiembre, 2016 09:20Noticias relacionadas
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Entre las muchas características fisiológicas que diferencian a machos y hembras de mamíferos, la cantidad de masa muscular, mucho mayor en los primeros, es uno de los factores más importantes.
Una de las especies que suponen un claro ejemplo de este caso somos los propios seres humanos; pues, aunque nos ejercitemos lo mismo, la cantidad de masa muscular de los hombres es mayor que la de las mujeres.
Evolutivamente esto tiene un explicación clara, pues nuestros antepasados masculinos tenían que cazar y realizar los trabajos necesarios para sustentar a su familia mientras que las mujeres se quedaban en las cuevas, dedicadas a la crianza de sus hijos. Hasta ahí bien, ¿pero por qué se produjo esta diferenciación entre sexos en un principio? Hay un claro factor hormonal en este aspecto, pero un factor que se consideraba desconocido hasta el momento es la influencia del material genético retroviral, que ya se había asociado en el pasado con la aparición de la placenta en las hembras.
¿Cómo pueden influir los virus sobre el genoma animal?
Cuando en este caso hablamos de virus no hacemos referencia a todo el conjunto de estos microbios, sino a los retrovirus, que son aquellos que tienen la capacidad de transformar su material genético en otro, similar al de las células animales, con el fin de poder insertarse en él más fácilmente.
Un claro ejemplo de retrovirus es el VIH, responsable del SIDA, pero bueno, sea cuál sea, ¿cómo pueden haber llegado a influir de este modo sobre el material genético de los mamíferos?
Todo esto se debe a que estos microbios llevan a cabo un proceso de infección consistente en la fusión de su envoltura con la membrana de las células en las que pretenden insertar su material genético. Éstas puede ser de cualquier tipo; por lo que puede darse el caso de que se infecten células reproductivas y que, como consecuencia, parte del genoma viral pase a la descendencia.
Con el paso del tiempo, esta distribución ha llevado a que aproximadamente un 8% del material genético de los mamíferos esté compuesto por vestigios o restos de genoma procedente de retrovirus, normalmente inactivos, aunque en algunos casos pueden seguir produciendo proteínas, como las sincitinas.
Las sincitinas: la clave de la relación entre virus y masa muscular
Como os decía, hace años que se conoce la relación entre estas sincitinas y la formación de la placenta de los mamíferos, pero su influencia no queda ahí; pues, según un estudio publicado recientemente en la revista PLOS Genetics, parece ser que también desarrollan un papel importante en el desarrollo de la masa muscular de los varones.
Llegaron a esta conclusión después de utilizar ratones transgénicos, con sus sincitinas inactivas, y comprobar que sus fibras musculares eran más débiles que las del resto de machos y, por lo general, muy similares a las de las hembras.
Además, si se producía una lesión, la recuperación del tono muscular de nuevo difería mucho con el resto de ratones, asemejándose mucho al de las ratonas.
Aún falta por comprobar si ocurre lo mismo en otras especies de mamíferos, pero según han podido comprobar con el cultivo de células madre musculares de humanos, ratones, ovejas y perros, la producción de las fibras de músculo también está mediada por las sincitinas, por lo que vaticinan unos resultados muy similares. Pues sí, la culpa de que los hombres sean más musculosos parecen tenerla los virus, ¿a que no os lo podíais imaginar?