Hoy era el día más importante para SpaceX, la compañía aeroespacial fundada por el multimillonario Elon Musk con un solo objetivo: llegar al planeta Marte.
El lanzamiento inaugural del Falcon Heavy era clave para conseguirlo; basado en el Falcon 9 que tan buenos resultados ha dado, este modelo cuenta con tres cohetes que permiten conseguir un empuje suficiente para llevar una carga de 63.800 kg.
Suficiente para una misión marciana, incluyendo lo necesario para pisar el planeta rojo por primera vez. Aunque para esta misión inaugural, la carga era menos importante y valiosa, al menos económicamente. Solo era una prueba de que realmente era posible enviar carga a Marte, así que Musk hizo de las suyas con una maniobra de marketing genial.
Se trata del Tesla Roadster personal de Elon Musk, que, si todo salía bien, iba a terminar orbitando cerca de Marte durante millones de años. O eso, o acabar como cenizas humeantes.
El lanzamiento del Falcon Heavy de SpaceX
Avisaba Elon Musk horas antes del lanzamiento que había un 50% de probabilidades de que todo saliese mal; que en vez de ver un cohete alcanzando el espacio, viésemos una gigantesca explosión.
Pero eso no es lo que ocurrió. El lanzamiento fue exitoso, y todas las etapas ocurrieron como si no fuera nada.
El lanzamiento no era sencillo, sobre todo porque SpaceX quería recuperar los cohetes; es algo que ya ha hecho con los lanzamientos del Falcon 9, pero el Falcon Heavy usa tres cohetes que recuperar. Había muchas cosas que podían salir mal; primero tenían que separarse los “boosters” laterales, que aterrizarían por su cuenta, y a continuación el cohete central por su cuenta.
En medio de los aplausos y los gritos de los trabajadores de SpaceX, el Falcon Heavy completó las etapas, una detrás de otra, hasta que finalmente la cubierta se abrió y desveló el Tesla Roadster de Elon Musk, el primer coche comercial en el espacio, que continuará su camino hasta entrar en órbita alrededor del Sol, entre la Tierra y Marte.
Pero el espectáculo no terminó ahí, por supuesto. Faltaba el aterrizaje de las etapas; el aterrizaje de un cohete Falcon 9 ya es algo muy común, pero, ¿aterrizar dos etapas al mismo tiempo?
Pues sí, los dos cohetes aterrizaron al unísono, como dos bailarines que hayan entrenado juntos durante toda su vida. Lo hicieron juntos, uno a la vista del otro, demostrando el nivel de control que SpaceX ha conseguido con estos aterrizajes. Si nos olvidamos del marketing, esta maniobra es la más importante de todo el lanzamiento, y la que ha dejado con la boca abierta a ingenieros y científicos.
La etapa principal, el cohete central, debería haber aterrizado en la plataforma autónoma en mitad del océano, pero la conexión se cortó antes de que pudiese descubrirse el desenlace; en teoría la pérdida de señal es efecto del propio cohete. Horas después SpaceX ha confirmado que esa etapa central no lo consiguió, no tuvo suficiente combustible como para alimentar todos los motores de aterrizaje y acabó estrellándose.
De este lanzamiento se hablará largo y tendido durante los próximos días, meses, y años. El Falcon Heavy ya es el cohete más potente del planeta, una herramienta clave para el futuro de la humanidad. El segundo lanzamiento podría estar más cerca de lo que pensamos, y las aplicaciones comerciales y científicas del Falcon Heavy son innumerables.
Lo interesante empieza ahora.
Actualizado: puedes seguir el viaje de Starman, el maniquí a bordo del Tesla Roadster, gracias a este vídeo en directo.