Los paneles solares son una de las fuentes de energía más útiles en el espacio. Es inagotable y los paneles tienen una vida muy larga. Así, tenemos misiones con varias décadas a sus espaldas que aún funcionan gracias a la energía solar. Pero no se puede usar en todos los lugares y, por lo tanto, hay misiones que, o bien están muy restringidas por esto mismo, o bien directamente ni se llevan a cabo.
En la Luna, por ejemplo, hay muchos lugares con sombra, por no decir que las noches duran 15 días terrestres. Y es que, los días en la luna equivalen no a 24 horas terrestres, sino a 655 horas, o, lo que es lo mismo, 27 días y 7 horas (que es lo que tarda, justamente, en dar una vuelta sobre nuestro planeta), de los cuales en torno a esos 15 días se está a oscuras.
La fisión nuclear iba a impulsar la exploración espacial, pero no ha tenido el éxito que se le atribuía
La luz solar no es el único método que hay para obtener energía en el espacio; otro de los métodos más importantes es mediante las cargas nucleares. Durante toda la historia espacial se han usado decenas de kilos de un tipo de uranio para alimentar misiones especiales, sobre todo satélites, pero tiene sus inconvenientes. Lo primero es el precio, pues no es barato, y para misiones que consuman poco (menos de 10 kW) no se recomienda precisamente por su coste. Otro de sus inconvenientes es el reciclaje (ya ha ocurrido que satélites con uranio han caído a la Tierra de manera descontrolada).
Un mini reactor nuclear, la idea de la NASA para abastecer de energía a las misiones en la Luna y Marte
Y este último método es, precisamente, el método que usarán para proveer de energía en misiones eventuales en cráteres de la Luna donde no llega la luz solar o en misiones de larga duración donde sea necesario abastecer de energía durante largos periodos.
KRUSTY, el mini-reactor para viajar a la Luna y Marte
Y, en esencia, también permitiría una eventual misión tripulada a la Luna o a Marte, de las que tanto se está hablando. En otras ocasiones, ya se había usado la fisión nuclear para abastecer de energía en misiones tripuladas a la Luna, concretamente en cinco misiones Apolo.
Se trata del mini reactor nuclear KRUSTY (Kilopower Reactor Using Stirling Technology), comenzado a desarrollarse en 2015 y probado con éxito durante este año, capaz de generar como mínimo 10 kW de energía eléctrica, lo suficientes como para numerosas misiones durante 10 años, lo que se estima que podría ser su vida útil. Se calcula que serían necesarias 4 unidades para desarrollar un puesto de mando avanzado, según la propia NASA.
«Kilopower nos da la capacidad de realizar misiones de mayor potencia y explorar los cráteres sombreados de la Luna […] Cuando comencemos a enviar astronautas para largas estadías en la Luna y en otros planetas, eso requerirá una nueva clase de poder que nunca antes habíamos necesitado», explica Marc Gibson, un ingeniero del proyecto.