El motor iónico de la NASA, con el que podríamos llegar a Marte, está en pleno avance. Se trata de un motor de propulsión experimental desarrollado por la NASA capaz de lograr un récord en términos tanto de potencia como de empuje. Podría ser la clave para volver a llegar a la Luna o incluso para llegar a Marte: motores con velocidades récord.
En realidad, el concepto de motor iónico tiene ya más de cinco décadas. Básicamente son motores eléctricos, por lo que es posible obtener energía mediante el Sol con paneles solares. No hay que transportar grandes cantidades de energía, lo que suma peso a las naves, además de que los combustibles son finitos. Esta es otra de las claves por las que el motor de iones tiene todas las papeletas para llevarnos a Marte, aparte de la velocidad.
No es necesario, por lo tanto, cargar toneladas y toneladas de propelente que luego será expulsado por el cohete, sino que se alimenta directamente de electricidad. Pero esto también tiene sus desventajas: cuando más nos alejemos del Sol, menos posibilidades tendremos de recibir energía mediante paneles solares.
El motor de iones de la NASA, a punto para ser usado
Estos motores funcionan con un principio muy básico llamado Efecto Hall: se inyectan partículas, generalmente de un gas noble, mediante la energía eléctrica obtenida, y luego esas mismas partículas, cargadas eléctricamente (de ahí el nombre de motor de iones, porque se usan partículas ionizadas), salen expulsadas a gran velocidad, provocando el movimiento.
Por lo tanto, estos impulsores iónicos, que necesitan solamente una baja carga de propelente químico, aún teniendo una eficiencia mayor, son la mejor solución a corto plazo. Aerojet Rocketdyne, un fabricante de cohetes norteamericano, que es quien tiene el contrato con la NASA para fabricar este Sistema Avanzado de Propulsión Eléctrica (AEPS), ha realizado nuevas pruebas donde se está comenzando a ultimar el desarrollo de este motor eléctrico.
Las nuevas pruebas básicamente demostraron la capacidad del sistema de convertir (con éxito) la energía en un alto nivel de eficiencia. Ahora, solo queda pasar a la etapa de finalización y verificación del diseño para llegar a la revisión de diseño crítico. «Al permanecer a la vanguardia de la tecnología de propulsión, nos hemos posicionado para un papel importante no solo en volver a la Luna, sino también en cualquier iniciativa futura para enviar personas a Marte», ha explicado Eileen Drake, CEO y presidenta de Aerojet Rocketdyne.
«Nuestra unidad de suministro de descarga AEPS se desempeñó excepcionalmente, produciendo importantes mejoras de eficiencia de conversión importantes para futuras misiones exigentes», continuó. «Estos resultados son un testimonio del enfoque y la dedicación del equipo Aerojet Rocketdyne para avanzar en el estado del arte en esta área crítica de tecnología en el espacio».
Esta tecnología podría estar en órbita a principios de 2020, según la propia compañía.
Imagen de portada | NASA