Distintas organizaciones y países se están preparando para un futuro en el que las misiones tripuladas en zonas orbitales o incluso en la Luna se hagan algo habitual. Pasando por esta idea tenemos que entender los riesgos de estas misiones y los problemas que encierran. No es en absoluto fácil lanzar un humano al espacio, ya que esta clase de misiones están condicionadas por la navegación, un asunto espinoso en los viajes espaciales.
Hasta ahora, esta clase de viajes dependen de una serie de comandos en la Tierra para poder saber la dirección y la orientación. La NASA quiere intentar cambiar eso, por lo que a finales de este mes pondrán un reloj atómico en el espacio, que podría sentar las bases de unos futuros viajes espaciales a otros mundos.
Un reloj atómico en el espacio, ¿el futuro de los viajes espaciales?
Es vital que los comandos que se dan en la Tierra sean precisos y los cálculos estén bien realizados, ya que es básicamente el punto de ancla de los astronautas en el espacio y por ende es la clave de su supervivencia. Estos comandos permitenque las naves espaciales sepan su lugar en el espacio y así comprender su posición en relación a otros objetos, como los planetas. Estos sistemas funcionan pero no son infalibles, y un pequeño error puede desembocar en un error fatal.
El objetivo de la misión que llevará a la NASA a poner un reloj atómico en el espacio será comprobar si esta herramienta puede servir de guía para los viajes espaciales. El dispositivo podría ayudar a la nave espacial a reconocer su posición en el espacio, y en el mejor de los casos podría ayudarnos a aproximarnos a un futuro en el que no dependamos de los comandos en la Tierra para guiarnos en estos viajes. Con este reloj atómico, los astronautas podrían tener el poder de modificar el rumbo sin necesidad de agentes externos.
Según el investigador principal de la misión, Todd Ely: “Tener un reloj a bordo permitiría la navegación por radio a bordo y, cuando se combina con la navegación óptica, creará una forma más precisa y segura para que los astronautas puedan navegar por sí mismos”.
Esta misión será una prueba y durará un año para comprobar si el reloj atómico puede servir para dichos fines. De todas formas, la NASA tiene esperanza en poder ofrecer todavía más alternativas para ayudar a facilitar los viajes espaciales en un futuro.
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