Hace 50 años que se formaba la primera conexión ARPANET, que pronto se convertiría en una red de ordenadores militares y de investigación, que luego dieron paso a Internet, tal y como lo conocemos hoy. Un gran avance, pero del que sus creadores no se muestran del todo orgullosos.
Leonard Kleinrock, Boelter Hall o Charley Kline son tres nombres de gran importancia en el desarrollo de Internet, sobre todo el primero de ellos. Aunque no niegan el impacto positivo que ha tenido en el mundo en estos años, los aspectos negativos parecen tomar mayor protagonismo.
Ven como su invento no ha conseguido muchos de los objetivos para los que se había diseñado o con los que se había soñado 50 años atrás, cuando estaban en pleno desarrollo.
Los problemas del Internet social
Kleinrock tenía una clara idea de lo que ARPANET iba a ser en 1969, aunque lo que no vio venir es el avance de las redes sociales. Muchos de los grandes problemas de Internet tienen su origen en las mismas (fake news, acoso, deepfake...). Pensaba que los usuarios reaccionarían en contra de estos problemas y les darían solución, pero esto no ha pasado.
Cree que Internet se ha convertido en el lugar donde los peores instintos de los usuarios salen a la palestra. El gran problema en redes sociales en general es el anonimato, la facilidad con la que alguien puede decir lo que quiera sin que se le vaya a ver como responsable, ni que esto tenga repercusiones en su reputación.
También Charley Kline considera que el Internet actual se ha convertido en un medio para expandir malas noticias o elementos negativos, en cuestión de segundos. El problema de la identidad y ser anónimos es algo que juega un gran rol. De hecho, ellos pensaban que en el futuro la reputación digital iría asociada a la identidad de la persona, tanto para bien como para mal.
Democratización de la red
En un par de décadas, Internet pasó de ser algo limitado a unos pocos a que millones de usuarios tuvieran acceso, además de poder crear y compartir sus propios contenidos de manera sencilla. Una democratización, con el debate sobre el acceso universal, que tiene también un gran problema, como es la falta de regulación.
Incluso en los días de ARPANET, había un gran espíritu de regulación propia, de que fueran los usuarios los que se encargaran de regular su uso. Por eso, no había normas estrictas, sino que había ciertas directrices, basadas en que los usuarios harían un buen uso. El problema es que no anticiparon como alguien podría hacer un mal uso.
Los creadores de Internet nunca pensaron en que millones de personas en todo el mundo podrían hacer uso de su invención. Este es precisamente el problema, que al no ver esto, no vieron las maneras en las que se podía hacer un mal uso o se podían generar los problemas que hay en la actualidad.