Aplicaciones de mensajería como WhatsApp usan el encriptado de mensajes, como una medida para proteger el contenido que se comparte en los mismos. Desde hace meses, ya son varios los gobiernos que se muestran en contra de esto.
Ministros en países como Reino Unido, Australia o el ministro de justicia en Países Bajos se han mostrado contra el encriptado de mensajes. Ahora, incluso la Interpol también habla de manera explícita sobre el tema y se muestran en contra.
La Interpol pide acceso a los chats y mensajes encriptados en estas aplicaciones. Una petición que desde su punto de vista puede ser lógica, pero que genera mucha preocupación por las consecuencias que puede tener.
Por qué están contra el encriptado
Los motivos por los que la Interpol o gobiernos de varios países quieren un final del encriptado de mensajes, o tener acceso a los mismos, son variados. Aunque en todos los casos se trata del luchar contra diversos crímenes o acciones criminales, o ante situaciones como las acciones violentas en Cataluña.
La mensajería es usada por terroristas para comunicarse entre ellos. El deseo de interceptar estos mensajes y así capturar terroristas antes de que algo ocurra es una de esas razones. Además, consideran que estas aplicaciones de mensajería son también un método que facilita la expansión de pornografía infantil.
Por eso, tanto la Interpol como varios gobiernos piden a los desarrolladores la creación de una backdoor, una puerta trasera, que de el acceso a dichos mensajes en caso de que sea necesario. Una forma de saltarse dicho encriptado. Hasta ahora, los desarrolladores se han mostrado siempre en contra de estas peticiones.
El argumento de los desarrolladores es el temor a que estos datos acaben cayendo en las manos equivocadas y sean ellos los responsables. Además de temer lo que esto podría suponer para determinados grupos, especialmente aquellos grupos de riesgo.
Qué puede suponer para los usuarios
Una de las mayores dudas de este tipo de peticiones de gobiernos, y ahora la Interpol, es lo que podría suponer para la privacidad de los usuarios. El que haya una forma que les permite evitar este encriptado de mensajes, les da acceso a una enorme cantidad de datos de usuarios. Datos privados como son los que hay en estas conversaciones.
Interpol ha confirmado que no van a obligar a ninguna empresa a crear este tipo de accesos o a eliminar el encriptado. Pese a eso, emitirán pronto una resolución en la que se formaliza dicha petición, una forma de ejercer algo de presión en este sentido. Si bien no parece que vaya a tener efecto, porque la posición de las empresas tecnológicas en este aspecto no ha cambiado.
El problema es que son cada vez más los gobiernos que se muestran en contra del encriptado de mensajes, lo que podría acabar con la creación de leyes que obliguen a dar dicho acceso. En la lucha contra el crimen o determinadas actividades podría ser efectivo, pero hay dudas sobre cómo afectaría a la privacidad.