Los coches eléctricos no solo van a cambiar la manera en la que conducimos y recargamos el coche; también pueden cambiar los estándares de seguridad vial. Las baterías que usan estos vehículos suponen un nuevo tipo de peligro en caso de accidente, uno muy diferente al de los coches con motor de combustión.
La posibilidad de que las baterías exploten y provoquen un gran incendio no puede ser ignorada, aunque los fabricantes han tomado medidas contra ello. Tesla, por supuesto, es uno de ellos.
Aunque los Tesla han protagonizado más de un espectacular vídeo que ha mostrado estas explosiones, en realidad sus baterías están más protegidas de lo que podríamos pensar. Y especialmente, esto no implica que los propios ocupantes estén menos protegidos.
Demuestra la seguridad del Tesla Model X
El último accidente de un Tesla Model X demuestra hasta qué punto los coches modernos están diseñados para soportar grandes impactos. Los hechos ocurrieron en Hallandale Beach, en Florida, cuando el coche eléctrico fue arrollado por un Nissan GT-R que se había saltado el semáforo, según testigos.
El impacto fue tremendo, a juzgar por el estado en el que quedó la intersección, llena de piezas y restos, además del estado de los propios vehículos. El Model X fue el peor parado, ya que el golpe consiguió partir el coche por la mitad.
Toda la parte trasera del Model X, a partir del eje trasero, ha desaparecido, como si nunca hubiese estado allí; el mencionado eje terminó a varios metros de distancia, golpeando otro coche. Si nos fijamos, podemos ver que el eje se llevó consigo las ruedas, el maletero y los asientos de la tercera fila.
Esto parece muy catastrófico, pero es mejor así. Que el eje trasero se separase del resto del coche permitió disipar mejor la energía; es lo mismo que hacen los coches de Formula 1, por ejemplo. Al romperse de esa manera, la energía no pasa al conductor y este tiene más probabilidades de sobrevivir al impacto.
El conductor salió por su pie
Y eso es lo que ocurrió en este caso. El conductor del Model X pudo salir por su propio pie, con apenas una pequeña herida en una pierna. Poco después, pudo contar a los reporteros la experiencia, algo increíble viendo el estado del coche; afirma que no vio al otro coche y que sólo sintió el impacto.
Según los testigos, el Nissan GT-R blanco se saltó el semáforo y se estrelló directamente contra el Model X; los ocupantes de este deportivo acabaron peor y tuvieron que ser trasladados al hospital, pero se espera que se puedan recuperar. Todo indica que el GT-R iba demasiado rápido y no pudo reaccionar a tiempo, o ni siquiera vio el semáforo.
Es cierto que el conductor del Tesla tuvo suerte de que el impacto se produjo en la parte trasera del coche, y en el lado del pasajero. Si se hubiera producido en el lado del conductor, es muy probable que no hubiera salido ileso, pero eso dice más de la velocidad a la que iba el otro conductor que de la seguridad del Tesla.
Y es que en este caso, hay que decir que el Tesla aprobó con nota. Uno de los testigos afirma que vio humo salir del coche cuando se acercó a ayudar al conductor, pero no terminó en un incendio. Las baterías aguantaron pese a todo.