¿Cómo hacer una red de bots? Fácil comprar pero complicado de organizar
Las campañas de bots en redes sociales han supuesto escándalo tras escándalo a partidos políticos pero, ¿puede cualquier persona realizar una?
23 abril, 2020 02:32Noticias relacionadas
Las redes sociales y los bots se han convertido en el arma arrojadiza de las últimas horas. Tras descubrir que miles de bots inundaban el perfil de Facebook del Ministerio de Sanidad, saltaron todas las alarmas sobre si el Gobierno los estaría empleando para que sus publicaciones tengan mayor número de reacciones positivas.
Aunque la red social ya se ha encargado de borrar esos bots, estas campañas no son algo nuevo y se ha demostrado que muchos partidos políticos, empresas, artistas o equipos de fútbol los han usado para engordar sus perfiles en redes sociales. Una de las más sonadas, aunque no la única, se produjo en las últimas elecciones generales cuando la Universidad de Murcia otorgó al partido político Vox el primer puesto en el uso de bots.
Las redes sociales están copadas por continuas campañas de estos perfiles falsos, basta con echar un vistazo a las cuentas de influencers o de profesionales para darnos cuenta de lo sencillo que parece comprar seguidores o 'me gustas'. Pero, ¿puede cualquier persona realizar una campaña completa? En OMICRONO hacemos un repaso de cómo de asequible es realizar una campaña de este tipo y si está a la mano de cualquiera.
¿Cualquiera puede hacerlo?
Una de las dudas que ha estado sobrevolando estos últimos días es si cualquiera puede montar una campaña compleja con bots. A primera vista parece algo sencillo que alguien con un mínimo de conocimiento sobre redes sociales puede llevar a cabo. Pero nada de eso. Orquestar una campaña de bots "sin ser expertos y, sobre todo, sin tener conocimientos informáticos para desarrollar ese software programado para realizar acciones es poco menos que imposible. Habría que recurrir a otros. No es algo que esté al alcance de cualquiera", nos ha contado Manuel Moreno, experto en redes sociales y director de TreceBits.com.
Con recurrir a otros se refiere a comprar seguidores o interacciones en algunas páginas webs que "realizan ese trabajo por ti". Incluso en las propias redes sociales encontramos anuncios sobre este tipo de herramientas y servicios para aumentar artificialmente el número de seguidores o interacciones. "Si no se controla la publicación de esos anuncios, difícilmente se va a limitar su uso".
Y si no nos aparece publicidad relacionada, basta con buscar en Google: "comprar seguidores Instagram". Y nos saldrán miles de resultados de páginas web que permiten comprar 'al peso' miles de seguidores en cualquier red social. A unos precios, a primera vista, muy económicos para tratarse de un servicio contratado. Luego entraremos más en ello.
En un nivel más avanzado, "se encuentran herramientas, incluso gratuitas, que generan números de teléfono virtuales o temporales, que pueden ser útiles para crear estos perfiles", nos ha comentado Silvia Martínez, Directora del Máster Universitario en Social Media: Gestión y Estrategia de la UOC. El número de móvil asociado a nuestro perfil es uno de los cortafuegos más utilizados para autenticar a los nuevos usuarios de cualquier red social o página web con registro (tiendas online, servicios en la nube...). Pero ya vemos lo sencillo que es traspasarlo si sabemos dónde buscar.
Los bots están presentes en cualquier red social, basta que tenga una caja de comentarios o un botón de 'me gusta'. En cualquiera de ellas se puede "programar algo que realice acciones de forma masiva y fraudulenta. En el fondo, es como si programamos un software para que se deje comentarios falsos en foros", comenta Manuel Moreno. De ahí la complejidad a la hora de desarrollar un programa específico personalizado y la facilidad con la que contratar servicios de terceros que ya lo tienen montado como negocio.
A esto añadimos que "los algoritmos actuales están cada vez más entrenados para descubrir este tipo de acciones [campañas con bots]. Son capaces de ver que un usuario no tiene contactos (típico de bots) y que le gusta mucho un contenido, pero no lo mostrará a sus contactos porque no los tiene". Para hacer que un contenido se vuelva viral con el empleo de bots se debe "desarrollar un patrón de comportamiento más complejo para engañar al algoritmo y que no descubra la práctica fraudulenta".
Terreno de estafas
Si decidimos realizar una campaña de bots por nuestra cuenta para aumentar seguidores o 'me gustas' seguramente acabemos estafados. Así nos lo indica Juan Ramón Gil, director de Estrategia y Marketing Digital en Torres y Carrera. Pagaremos gustosamente unos pocos euros para conseguir inflar nuestras estadísticas y veremos los resultados en 24 o 48 horas. Aunque la alegría nos durará poco.
"El principal problema es que después no cumplirán con los términos de lo contratado y lo habitual es que los 2.000 seguidores que subieron a la cuenta de Twitter indicada desaparezcan en una semana". Esto va en la línea de la facilidad de acceso a los bots por parte de terceros, que aprovecharán de un campo de juego donde las garantías al comprador son nulas. "La totalidad de estos portales de venta no permite el pago con PayPal u otros medios seguros, ya que la decepción con el servicio está prácticamente asegurada".
Las webs de este tipo, asegura Gil, son meras intermediarias entre el usuario final y las granjas de bots que podemos encontrar en "países del este de Europa, Rusia, India y Latinoamérica (México y Venezuela, principalmente)". El éxito de estas campañas es muy limitado tanto en la calidad como en el tiempo y, de tener algún problema con lo contratado -que será casi siempre- "nos toparemos con la inexistencia del servicio de atención al cliente o a su silencio".
El porqué de los bots en redes sociales
Hoy en día tener un perfil potente en las redes sociales puede abrirnos muchas puertas. Desde mejorar nuestro puesto de trabajo, conseguir un cierto prestigio en nuestro sector o incluso hacer de nuestros perfiles un verdadero negocio.
Algo que se acentúa aún más si nos trasladamos al terreno empresarial y político. La guerra de cifras sobre qué empresa tiene más seguidores o cual es más popular dentro de su sector está tan presente como en los partidos políticos. Tener un número abultado de seguidores en una red social da cierta credibilidad en un primer vistazo, clave para la posicionarse en la venta online.
En los últimos días he detectado un extraño crecimiento exponencial de mis seguidores. La mayoría no tienen seguidores y son cuentas creadas este mes, algunas hace tiempo pero sin actividad. Supongo que será una “campaña” para desacreditar esta cuenta y a mis seguidores. pic.twitter.com/DA7s9Q5KTD
— Adriana Lastra (@Adrilastra) April 21, 2020
"Son muchos los objetivos que pueden tener quienes realizan una campaña de bots, desde aumentar su cuenta de seguidores o lograr más alcance para sus publicaciones al conseguir más 'me gusta' y comentarios", nos ha contado Manuel Moreno. También contempla la posibilidad de buscar "desprestigiar a un rival, haciendo ver que está llevando a cabo prácticas fraudulentas". Algo así como tender una trampa a tu enemigo para luego filtrar que ha estado usando bots para inflar sus perfiles.
Porque desprestigiar al enemigo es también una tarea importante en redes sociales. "Al descubrirse que [el rival] está empleando el perfil de forma cuestionable, comprando seguidores o utilizando granjas de bots para aumentar su alcance, su reputación online quedaría en entredicho".
Y no solo de partidos políticos viven los bots. Manuel Moreno afirma que en todos los sectores que nos podamos imaginar se compran bots y se realizan campañas con ellos. "Se han dado casos de equipos de fútbol que compran seguidores, cantantes, empresas.... y por supuesto, influencers, que recurren a ellos para aumentar, artificialmente, su influencia". El de estos últimos es un mundo totalmente paralelo al del resto puesto que de su número de seguidores e interacciones (los famosos 'me gustas' y 'comentarios') dependen sus ingresos.
Tampoco hay una relación muy estrecha entre contenidos virales y el empleo de campañas de bots. Según Manuel moreno, "un post es viral cuando recibe muchos comentarios y es compartido por muchos usuarios. Esto hace que los algoritmos lo recomienden a otros usuarios que tienen relación con esas personas porque los consideran relevantes". La cadena se rompe si los perfiles que lo comparten son bots, como ya explicamos en el primer apartado.
Tras la pista del bot
El empleo de bots choca de frente con las normas de uso de las principales redes sociales. "En sus condiciones legales establecen una serie de acciones que no se pueden realizar, como alterar el normal funcionamiento y el comportamiento de los perfiles", comenta Manuel Moreno. Pero aunque ilegales, a las grandes compañías se le siguen escapando miles de cuentas. Algunas como Twitter o Instagram hacen limpias frecuentemente eliminando perfiles sospechosos de ser meros bots que van al unísono a hacer retweet a un político o a comentar la nueva foto de la influencer de moda.
Además las campañas de bots "tratan de no dejar rastro y cada vez es más sofisticado su modo de proceder". Esto dificulta mucho el trabajo de detección tanto por parte de las redes sociales como de los usuarios. "Pero en casos en los que te empieza a seguir o comentar miles de usuarios ubicados en otros países, que no hablan tu idioma y cuyo perfil está vacío... es para sospechar que algo está ocurriendo", concluye.
Tampoco es sencillo identificar quién ha realizado una campaña determinada con estos perfiles falsos. Puesto que "no resulta fácil saber quién ha comprado las cuentas falsas o quién ha desarrollado un bot para una acción determinada". Algo parecido es lo que anuncia el Ministerio de Sanidad sobre su extraña actividad en su cuenta de Facebook.
📣Desde el 17 de abril, nuestra cuenta oficial de Facebook es víctima de actividad fraudulenta por parte de diversas cuentas aparentemente falsas que generan interacciones masivas en publicaciones concretas de la cuenta
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) April 20, 2020
➡️La red social Facebook está investigando lo ocurrido
Si, como usuarios, detectamos que alguna cuenta puede ser víctima o estar empleando bots para su propio beneficio podemos contactar directamente con las redes sociales. Pero si la cosa va más allá que unos simples 'me gustas' y creemos que se está cometiendo algún tipo de delito debemos, en este caso como ciudadanos, "contactar con la Unidad de Delitos Telemáticos de la Policía o Guardia Civil", indica Manuel Moreno.
Desde el punto de vista de las empresas, "algunas compañías tecnológicas se han ido adhiriendo al Código de Buenas Prácticas en Materia de Desinformación que incluye actuaciones en esta dirección", según apunta Silvia Martínez. Al igual que las redes sociales pueden borrar contenidos que consideran fraudulentos, también pueden hacer lo propio con cuentas falsas o las que se emplean en las campañas orquestadas de bots.