El de la NASA y SpaceX parece el matrimonio perfecto. La Agencia Espacial de Estados Unidos y la compañía espacial de Elon Musk no paran de colaborar con el objetivo de sacar adelante el Programa Artemis, el que llevará de nuevo al hombre a la Luna.
El último de estos acuerdos se acaba de anunciar y tiene como objetivo utilizar el cohete Falcon Heavy, el más potente de los desarrollados por SpaceX hasta el momento, para lanzar las dos primeras piezas del Gateway.
El Gateway es uno de los elementos fundamentales del futuro regreso de la humanidad a la Luna y la posterior colonización. Se trata de un puesto avanzado que orbitará la Luna como parada intermedia para los astronautas.
La novedad es que la NASA, en un principio, contemplaba el lanzamiento por separado de ambas piezas. Pero SpaceX a través de su Falcon Heavy lanzará las dos al mismo tiempo por 332 millones de dólares.
El lanzamiento estará compuesto por el módulo de propulsión Power and Porpulsion Element (PPE) y el Habitation and Logistics Outpost (HALO), un módulo habitacional que da soporte vital a los astronautas en tránsito. El acuerdo al que han llegado estima que se producirá el lanzamiento "no antes de mayo de 2024", según ha publicado la NASA.
Ambos elementos, como indicamos antes, tenían planeado ser lanzados por separado debido a que la carga "puede ser demasiado pesada para los cohetes comerciales disponibles o demasiado larga para el carenado", según publicó el inspector general de la NASA en un informe el año pasado. Los planes de la Agencia Espacial han cambiado y SpaceX será la elegida.
Una de las razones que la NASA esgrimió cuando se plantearon el cambio el año pasado es el ahorro de costes. Los funcionarios declararon que combinar los dos módulos y lanzarlos juntos ahorraría el coste de un lanzamiento. Y también se elimina el módulo de servicio que iría acoplado al HALO, necesario para propulsarlo en la última etapa hacia la órbita lunar asignada.
Los cambios de 'última hora' en los viajes espaciales siempre acarrean costes extras. Uno que ya señalaron desde la NASA el pasado noviembre ya advertía que el coste del PPE se incrementa debido a cambios técnicos, al tiempo que se corre un riesgo de lanzamiento elevado y un tiempo de vuelo hacia la Luna más elevado (lo que implica también más riesgos).
Otro de los problemas derivados del nuevo plan de lanzamiento es el retraso que sufrirá la misión. Mayo del 2024 son seis meses después de lo anteriormente estipulado y es probable que se dilate aún más en el tiempo. El mismo informe de la NASA recoge que, de esta forma, la Gateway no estaría dando soporte a la misión Artemis 3, prevista para finales de 2024 y que tiene como objetivo el regreso del hombre a la Luna.
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