¿Qué ve al mirar por el retrovisor?
El autor, presidente de Accenture, asegura que en 2020 la economía digital puede superar el 25% del PIB en España, una situación que obliga a estar preparados.
Al mirar por el retrovisor de algunos coches en Estados Unidos se puede leer un mensaje que reza “objects in the mirror are closer than they appear” o, lo que es lo mismo, “cuidado que el peligro está más cerca de lo que usted cree”. Y es que en este tipo de espejos convexos los automóviles que vienen por detrás pueden dar la sensación de estar más lejos de lo que realmente es.
Algo similar sucedería si los países y empresas mirasen por el nuevo retrovisor de la economía digital. Podrían leer un mensaje parecido al anterior u otro que encontré en un blog especializado -mucho más explícito y gráfico- que decía “objects in the mirror are catching you up” (los objetos del retrovisor te están adelantando)...
La economía digital representa en la actualidad más del 20% del PIB global, el 19% en España, y -según nuestros estudios- puede llegar a superar el 25% en 2020. Está revolucionando los modelos operativos y de negocio de las organizaciones; creando nuevos productos y servicios y es el principal motor del crecimiento de los países maduros y emergentes. La optimización del uso de las tecnologías y el talento en el entorno digital podría estimular la producción económica global en dos billones de dólares (1,8 billones de euros) adicionales.
En 2050, el 36% de la población española será mayor de 65 años y, muy posiblemente, seguirá trabajando
Si la tecnología es el motor, el individuo y su talento deberán ser el piloto de este automóvil ficticio. Quizá pueda parecer irónico, e incluso contradictorio, pero en esta revolución -llena de tecnología digital, robotics e inteligencia artificial- la clave sigue estando en las personas. Más concretamente en su talento, en su forma de organizarse, en su manera de abrazar estos cambios tan disruptivos. Sin las personas -entendidas como trabajadores, consumidores o formadores- nada de lo positivo de esta cuarta revolución industrial se hará realidad. Nosotros así lo creemos, con tal objetivo nos comportamos y por eso así lo recomendamos.
En 2050 el 36% de la población española será mayor de 65 años y, muy posiblemente, seguirá a esa edad trabajando. Desde ahora y hasta entonces, convivirán hasta cuatro generaciones desempeñando funciones a la vez en la misma organización, desde los llamados millennials hasta los maduros de pelo blanco. Hombres y mujeres. Aunque más mujeres y con mejor perfil digital. Ellas son más digitales y, además, tendrán un papel más preponderante en el mercado laboral y empresarial.
En esta amalgama generacional ¿qué pueden hacer las empresas para continuar teniendo éxito en el futuro? Las organizaciones digitales emergentes han creado un nuevo modelo de empleado y cultura corporativa que es la base de su negocio. Incluso ya hay empresas que han empezado a introducir procesos de inteligencia artificial y robótica, pioneros ante el reto de la adaptación al nuevo modelo de gestión.
Las personas tendrán que desarrollar nuevas habilidades, aprender de manera continua en entornos colaborativos
Tengamos en cuenta que es en la fuerza laboral y en su talento donde radica y descansa -no solo la innovación y la creatividad- sino también la capacidad para poner en práctica la transformación digital, tanto para modelos de negocio y operativos como para añadir valor a bienes y servicios.
Para ello, las personas tendrán que desarrollar nuevas habilidades, aprender de manera continua y diferente -mucho más ágil y flexible- en entornos abiertos y colaborativos. Las organizaciones, por su parte, tendrán que disponer de la tecnología necesaria para dar respuesta a su negocio y a sus empleados. El análisis predictivo para, por ejemplo, tomar mejores decisiones de contratación y promoción, será un instrumento habitual.
El empleado fluido, la organización líquida y la compañía diversa. Estos son los atributos que deben acompañar a la disrupción tecnológica. Si no queremos ser de los que seamos devorados por la competencia en el retrovisor, deberemos adoptar ya un enfoque que ponga a las personas en el centro del cambio digital y hacer, además, que estén preparadas para propulsar a la compañía a innovar más, a colaborar más, a ser más diversa y operar de manera diferente y eficaz.
*** Juan Pedro Moreno es presidente de Accenture España.