En su pretensión de eludir las responsabilidades penales y después de buscar la nulidad del proceso, el PP trata de presentarse en el juicio del 'caso Gürtel' como una víctima de la trama. El abogado de los 'populares' ha insistido este miércoles en que el partido no se lucró en ningún caso con el dinero que supuestamente entregaban los empresarios que se beneficiaban de las contratas de la Administración.
La tesis que plantea el PP ante el tribunal es que lo desconoce todo y que, en cualquier caso, a quienes habría que juzgar es a las agrupaciones municipales de Majadahonda y de Pozuelo de Alarcón de aquellos años, es decir, al PP de Esperanza Aguirre. Se trata de un argumento que no sólo va en contra de toda la documentación reunida por la Fiscalía Anticorrupción, sino que pretende reducir los hechos al ámbito local, siguiendo la máxima expresada en su día por la secretaria general, María Dolores de Cospedal: "Que cada palo aguante su vela".
Sin embargo, ese reduccionismo es incompatible con lo que ya sabemos. Y es que el 'modus operandi' se repetía en la sede de Génova, en Valencia, en Baleares... El PP, como cualquier acusado, está en su derecho de intentar obtener la mejor sentencia para sus intereses, pero que a estas alturas pretenda hacerse pasar por un damnificado de Gürtel es una burla a los ciudadanos.