Las diferencias de criterio entre los ministros de Economía y de Hacienda están provocando malos entendidos, dificultades en la negociación de los Presupuestos y fricciones entre los protagonistas. El enfado, hasta ahora soterrado, ha aflorado este martes con un elocuente "¡estos están confundidos!" de Cristóbal Montoro, con el que reprochaba la interpretación que hacen los dirigentes de Ciudadanos de por dónde van a ir las cuentas de 2017.
Pero el malestar en Hacienda, más que con el partido de Albert Rivera es con Luis de Guindos, a quien se acusa de haber querido capitalizar la negociación de los Presupuestos y de haberse adjudicado el papel de interlocutor con Ciudadanos. Por eso, cuando esta formación anunciaba el lunes que habría una subida testimonial del techo de gasto como un guiño que indicaría que no habrá más recorte social, estaba hablando de sus conversaciones con el titular de Economía.
El anuncio de Ciudadanos es lo que ha indignado a Montoro, que no está dispuesto a que Guindos, con quien mantiene una manifiesta rivalidad, le haga sombra en este asunto. Ahora bien, lo de menos es si al final, como dice ahora Montoro, las cuentas contemplan un recorte del gasto de 5.000 millones de euros. Lo grave es que las desavenencias entre miembros del Gobierno están obstruyendo el diálogo en una legislatura en la que si algo no puede fallar son los cauces de comunicación y la coordinación.
Ciudadanos, principal apoyo con que cuenta el PP, pidió hace semanas a Rajoy que designara un equipo económico para negociar los Presupuestos. No lo hizo y ahora se pagan las consecuencias.