El anuncio del Gobierno de que sacará 9.500 millones de la hucha de las pensiones para pagar la extra de Navidad a los pensionistas hará pasar a la historia al equipo de Rajoy como el Ejecutivo que consumió el Fondo de Reserva.
En lo que va de año se han retirado 19.200 millones de euros, lo que supone que las reservas se agotarán en unos meses. Además, el déficit que alcanzará el sistema -superior a los 16.000 millones de euros- no se podrá cubrir durante 2017. El panorama es desolador.
Con la paga de julio se produjo la misma situación: el Gobierno tuvo que acudir al Fondo para abonar la paga extra. Que se vuelva a repetir ahora la operación pone de manifiesto las deficiencias estructurales de un sistema comatoso.
Es hora de que España concrete un sistema de pensiones sostenible. Otros países europeos han encontrado la solución en un modelo mixto, que combina la financiación pública con la privada, facilitando que parte de la cotización de los trabajadores se ahorre para cuando pasen a ser pensionistas. Y el aumento progresivo de la edad de jubilación es ineludible.
El vaciamiento de la hucha de las pensiones es la prueba definitiva de un sistema que muere por ineficaz, y también de la incapacidad del Gobierno para resolver la situación. Ahora es necesario un pacto de Estado para tranquilizar a los ciudadanos porque en la hucha solo quedan telarañas.