Patria una y, a la vez, cincuenta y una. Qué más da todo, si la patria es la gente según Pablo Iglesias; la patria es una marea arriba, allá un abertzale levantino, más abajo dos anticapitalistas unidos en la salud, en la fraternidad y en los partidos del Cádiz con pipas. Su patria es –recuerden las elecciones y aquel pasquín– un país de sonrisas.
Tanta Ciencia Politica y tanto Gramsci, y al final Pablo Iglesias Turrión ha venido a felicitarnos la Hispanidad con cuatro consignas manoseadas en el internet; con cuatro lemas que quizá queden bien en un cartelón enorme, que se vea, bien grandote, por las lomas de Caracas o los desmontes de Medellín o La Paz. " La patria es la gente", y qué gran frase para Escobar Gaviria o Evita Perón. Ay el vídeo de Pablo Iglesias, con un fondo de libros amontonados; libros que huelen a manual de cooperativismo al que aún no ha quitado el plastiquillo. Un muñequito con coletas da calidez a la escena; como un retrato de familia. La casta sacaba a la familia al pincel de Goya, Velázquez o Antonio López; él se vale con su caricatura de vudú.
Al vídeo de Pablo sólo le faltaba el colacao humeante, o el cacharro del mate, que Pablo Iglesias es ahora también caudillo libertador de los pueblos de América. Supimos el 12 de Octubre que la patria de don Pablo es la gente. Que los patriotas de Pablo Iglesias “se levantan temprano”, con lo cual hay camioneros, taxistas, juerguistas y seguratas que quedan excluidos de su bendición por el Día del Pilar. Su patria es la gente y una webcam abierta al mundo, como un balcón papal.
Habló Pablo Iglesias y se incendiaron las redes. Iglesias Turrión nos felicitó la Hispanidad a las gentes de buena voluntad; a esos "ciudadanos de uniforme" que deben corresponder, aproximadamente, con los militares.
Y la gente, la gente de Pablo, la buena gente de Pablo que no va a los desfiles ni come canapés. Esa guapa gente de los círculos que le aplaude a Iglesias el gesto de no sucumbir a los riesgos de la representatividad institucional, el besamanos y los corrillos. Al IBEX.
#mipatriaeslagente cantan simpatizantes y troles en la ofrenda tuitera a Iglesias.
Después del sermón patriótico -de la perorata por quitarse del marrón del desfile y el canapé- Iglesias se enorgulleció de la Independencia de los pueblos de Latinoamérica. Apagó la camarita y se quedó en la gloria.
Llovía en Madrid y sobre el carnero legionario.