"¡Al rojo de la coleta hay que matarlo!", se oyó en medio de la paliza. Así se recoge en el informe elaborado por la Guardia Civil sobre la agresión sufrida por Pablo Iglesias y otro compañero de partido junto a sus parejas en un bar de El Pardo.
Los hechos comenzaron a las dos y media de la madrugada. A esa hora, el secretario general de Podemos y sus acompañantes empezaron a notar que un grupo de personas que se encontraban en el bar "les miraban fijamente, señalándoles".
Tras pedir unas consumiciones, Iglesias se dirigió al baño, momento en el que uno de los acusados, Bosco A., experto en artes marciales según la investigación, le preguntó si era "el de Podemos". Iglesias le respondió afirmativamente, aclarándole que sólo pretendía disfrutar de su tiempo libre. "Menos tiempo libre", le respondió el ahora detenido.
Minutos después les volvieron a reconvenir y les lanzaron un vaso de plástico medio lleno. Ni los políticos ni sus parejas le dieron importancia al "no causarles ningún daño o perjuicio".
A las tres y media accedió al bar otro de los acusados, Joaquín U., "junto a varios individuos más y una chica". Joaquín U. se acercó a Iglesias "en actitud desafiante, encarándose con él e increpándole por su presencia en el bar".
"Déjanos en paz"
El líder de Podemos se dirigió al joven por su nombre: "Joaquín, déjanos en paz, estamos en nuestro tiempo libre". El hecho de que el político supiese su nombre irritó especialmente al acusado -vinculado a los movimientos de extrema derecha-, que comenzó a gritar a las dos parejas exigiéndoles que se fueran del lugar.
El estudio del teléfono móvil de Joaquín U. realizado por la Guardia Civil da cuenta de que realizó llamadas a otro de los implicados en la agresión, Adán R., del que se sabe que en 2015 viajó a la guerra de Ucrania para apoyar a los movimientos separatistas prorrusos.
A juicio de los investigadores, estas llamadas pudieron servir "para avisarle de la presencia del político y sus amigos en el interior del establecimiento, así como para instigar a sus colegas para echarlos del bar a la fuerza y agredirlos posteriormente".
Según el informe de la Guardia Civil, a medida que iban pasando los minutos se iban congregando personas en el bar "rodeando" a los políticos y a las dos mujeres. "Fuera de aquí. Os vamos a matar por ser de Podemos", gritó Bosco A.
Una de las novias de los políticos pidió a una chica del grupo que ya les rodeaba que tratara de poner paz, pero la respuesta que recibió fue: "Eso os pasa por venir aquí, tenéis lo que os merecéis".
"Os pasa por rojos"
Acto seguido, Bosco A., el joven experto en artes marciales, se lanzó a por Iglesias, momento en el que la chica que acompañaba al líder de Podemos se interpuso "diciéndole que si le quería pegar, tendría que pegarle a ella primero". Bosco A. contestó que a ella no, pero que a los políticos sí les iba a zurrar. A su lado estaba otro de los acusados, Juan Andrés C., que les manifestó que no tenían "derecho" a estar ahí.
El grupo que rodeaba a Iglesias y a sus amigos, ya de unas 25 personas, comenzó a proferir insultos de gravedad: "Esto os pasa por venir aquí, fuera de aquí, hijos de puta, os tenemos que matar por ser de Podemos, cabrones, rojos". Fue en ese momento cuando empezaron las agresiones.
Pablo Iglesias relata que las primeras patadas y puñetazos las recibe por la espalda mientras tres o cuatro personas zarandean a la chica que le acompañaba. Al comenzar los golpes, los políticos y sus parejas trataron de abandonar el local, pero el líder de Podemos no podía avanzar al encontrarse rodeado "por unas siete u ocho personas que le agredían, siendo reconocidas Adán R. y Bosco A.".
El informe relata una escena de "empujones, patadas y puñetazos", y añade que "justo antes de la salida, se formó un pasillo de entre 20 y 25 personas que les agredían con todo tipo de golpes conforme lo cruzaban".
El acoso continuó a la salida del bar, ya que más gente comenzó a salir de un local cercano, de ambiente ultra, a diferencia del establecimiento en el que comenzaron los hechos.
Sangrando por la boca
"Cuando Iglesias consigue alcanzar la acera, tres o cuatro individuos lo agarran por la espalda, separándolo del otro político y llevándoselo a empujones hasta la mitad de la calzada, tirándolo al suelo mientras es golpeado tanto con puñetazos como con patadas por todo el cuerpo", prosigue el informe de la Guardia Civil.
Ya en el suelo, Iglesias trata de cubrirse el estómago, razón por la que la mayoría de golpes se los llevó en la espalda. Su amiga trató de protegerle "siendo agredida igualmente". "Al rojo de la coleta hay que matarlo", decían.
El informe oficial de la investigación señala que mientras Iglesias estaba "sangrando por la boca", recibió una patada muy fuerte en el tobillo por la que necesitó ser operado.
A pesar de la gente que había congregada en la zona y que incluso había grabado los hechos con sus teléfonos móviles, tuvo que ser el propio Iglesias quien, con su móvil, llamó para solicitar ayuda policial. Cuando llegaron los agentes lo encontraron aturdido y sin ser capaz de contestar a las preguntas que le formulaban.
El grupo de radicales que estaba en el lugar prestó una sudadera a Adán R. para que no fuese reconocido como autor de la agresión. Por su parte, la Policía detuvo a Joaquín U. "Cuando los agentes intentan introducirlo en el vehículo policial, la multitud presente comienza a forcejear y a agarrar al detenido para impedirlo", señala el informe.
Aguirre y el apoyo del PP
"Esto os ha pasado por venir por aquí; cada vez que vengáis os va a pasar lo mismo", le espetó a Iglesias una joven identificada como Ana U.
Al poco llegaron más patrullas que observaron la presencia de "unas 50 personas muy alteradas". Los agredidos trataron entonces de identificar a los autores de la paliza "sin conseguirlo". En ese momento los presentes seguían increpando a Iglesias refiriéndose a él como "rojo".
Un mes después de estos hechos, centenares de personas se manifestaron por las calles de El Pardo en apoyo a los jóvenes detenidos por agredir a los políticos de Podemos y sus parejas. Entre los manifestantes estaba Esperanza Aguirre.
El PP madrileño ha decidido celebrar el Día de la Comunidad en El Pardo para denunciar la "injusta criminalización" de los vecinos de esta población y por considerar que las personas encarceladas por dar una paliza a los miembros de Podemos están siendo tratadas "de forma desproporcionada".
Así ocurrió, minuto a minuto.