
Yolanda Díaz, entre Sara Aagesen, Pilar Alegría y Pablo Bustinduy, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Yolanda, ¿no te da vergüenza?
¿Quién va a creerse que la vicepresidenta del gobierno más autoritario de la historia de la democracia es una antisistema salida del 15-M?
Confesó Yolanda Díaz ayer martes, en plena rueda de prensa del Gobierno, que se ha enterado por los medios de la noticia de que el salario mínimo profesional pagará IRPF.
Luego, Pilar Alegría procedió a susurrarle a la vicepresidenta un audible "eso no es así" antes de lanzarse a defender al PSOE.
En este Gobierno de coalición sus miembros están juntos, pero no unidos. Es como una familia mal avenida a la que le toca celebrar la Navidad junta y que ya ni siquiera disimula para pasar las fiestas en paz, sino que aprovecha la fecha para sacar todos los trapos sucios a la luz.
Yolanda Díaz afirma que no sabía que el SMI tendrá carga de IRPF y que se ha enterado por la prensa.
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) February 11, 2025
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Vicepresidenta, ¿no le da vergüenza?
¿No le humilla reconocer que el Gobierno del que usted forma parte la ningunea? ¿Que nunca ha querido sus ideas, sino solo sus votos? ¿Que es usted un títere para mantener en la presidencia a un hombre obsesionado por el poder?
Tanta pedagogía feminista para esto.
Si usted no estuviera aquejada del mismo mal que su presidente (una "ambición desmedida", lo cantaba C. Tangana), haría lo que cualquier persona que valorara más la dignidad que el cargo: dimitir.
Si de verdad usted se ha enterado por la prensa de que su medida estrella se la va a comer Hacienda, dimita. Salga de ahí. Huya. Renuncie. Por su bien y por el de los españoles. No está capacitada para asumir el cargo.
No tiene el liderazgo que requiere su puesto.
Y si el problema es que es usted un pobre cordero entre lobos, deje de sostener a los lobos con su apoyo. Deje de apoyar a quien, según usted transmite, no busca el bien común, ni está al servicio de los ciudadanos.
Por Dios, que ha llegado usted a decir que Carlos Cuerpo, el ministro de Economía, es "mala persona" por no seguirle el rollo con sus innovaciones laborales.
En cualquier caso, insisto, dimita. Es la solución más coherente. Prepare un buen discurso de despedida, cuente cómo las instituciones le impiden realizar su vocación de misionera de la caridad comunista y váyase a un sindicato, a un think thank progresista o a donde usted vea más realizada su vida.
Pero váyase.
A no ser que aquí la lógica sea otra y no sea usted una pobre incomprendida en su propio Gobierno, sino que esté explotando esa faceta por algún motivo que sólo usted conoce.

Yolanda Díaz, entre Sara Aagesen, Pilar Alegría y Pablo Bustinduy, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Quizá tiene usted un puesto esperando en el que la incapacidad para gobernar suma puntos.
Dios no quiera que usted nos haya mentido. Que sí supiera que el SMI iba a tributar IRPF. Sería terrible que eso fuera así.
Si ese fuera el caso, y de verdad pretende usted hacer carrera del ninguneo de su gobierno para presentarse como una rebelde sin causa, tápese. No quiera que creamos que la vicepresidenta del gobierno más autoritario de la historia de la democracia es una antisistema salida del 15-M.
Auguro que en un futuro próximo veremos a Yolanda Díaz querer jugar la carta de que ella quiso cambiar las cosas desde dentro, pero que no la dejaron. Que su utopía comunista fracasó porque el mundo no estaba preparado para acogerla.
No cuela, vicepresidenta. Tómese su cargo con la seriedad que exige o váyase.
Pero deje de darnos la turra.