El salvaje ataque de Niza ha conmocionado al mundo entero por su brutalidad. Una noche de fiesta, con familias disfrutando de un paseo junto al mar mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo, se trocó en un segundo en una pesadilla, con un camión arrollando a la muchedumbre.
El ataque, cometido por un tunecino que reside desde hace años en Francia y reivindicado este sábado por el Estado Islámico, supone un salto cualitativo por cuanto introduce un nuevo modus operandi en los atentados a gran escala. Hasta ahora, los yihadistas actuaban con explosivos y armas automáticas, y para alcanzar sus objetivos necesitaban un plan y cierto entrenamiento.
Ahora ha quedado demostrado que basta algo tan sencillo como un camión para lanzarlo contra una aglomeración de personas y convertirlo en una arma de terror masivo. Tanto el Estado Islámico como Al Qaeda vienen instando a sus seguidores desde hace tiempo a perpetrar atentados con vehículos de grandes dimensiones en lugares concurridos.
Mayor infiltración
Si ya es difícil parar el golpe de aquel que está dispuesto a morir matando, si para asesinar a una multitud ya no es necesario siquiera armamento, queda claro que la tradicional respuesta policial no va a ser suficiente para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Hay que variar la estrategia para combatir este tipo de terrorismo.
Los especialistas sostienen que debe irse hacia una mayor infiltración en los grupos sociales en los que surgen los yihadistas, y que es preciso igualmente intensificar la cooperación entre la Inteligencia de todos los países. Pero además hay que seguir combatiendo a los islamistas también en su terreno. Si fuéramos capaces de acabar con grupos como el Estado Islámico o Al Qaeda se eliminarían sus redes de reclutamiento y adoctrinamiento.
Respuesta coordinada
Por todo ello, y ante desafío de tal naturaleza, habría que plantear una defensa coordinada de Europa que contemplase operaciones militares fuera del continente. Manuel Valls, primer ministro francés, ha vuelto a insistir este viernes en que "nos enfrentamos a una guerra". Y como en cualquier guerra, se lucha por la supervivencia: o ellos o nosotros.
Conviene estar preparados. Abdelghani Mera, hermano del lobo solitario francés que asesinó en 2012 a siete personas y al que entrevistamos en EL ESPAÑOL hace dos semanas, se mostró absolutamente convencido de que en España sufriremos nuevos ataques. Nada se puede hacer ya por los muertos, pero cabe dar pasos para no ir a remolque de los acontecimientos. Está en juego no sólo la seguridad, sino nuestro modelo de sociedad, basado en la libertad y la justicia.