Después de más de tres meses de incertidumbre por la falta de avances para formar gobierno, los conservadores de Merkel y los socialdemócratas de Schulz han firmado un preacuerdo esperanzador que puede sacar a Alemania del atolladero. Pero la consolidación de un gobierno estable en Berlín es fundamental también para la UE, por eso los primeros en felicitarse tras el anuncio han sido el presidente de la Comisión Europea, Juncker, y el presidente francés Macron.

Reeditar la Gran Coalicion es un paso arriesgado que tanto Merkel como Schulz trataron de evitar desde el principio. Y es que, tras la experiencia de la última legislatura, la canciller perdió más de dos millones de votos y el SPD obtuvo los peores resultados desde la Segunda Guerra Mundial, con sólo un 20% de apoyo electoral.

El brindis debe esperar

Las reticencias a esta alianza eran mayores en el bando socialdemócrata, reacio a abrir la puerta a un cuarto mandato de Merkel. De hecho, aún no cabe cantar victoria. El acuerdo deberá ser ratificado dos veces: primero por los delegados del SPD en su congreso y por las propias bases del partido después. Aún podría haber sorpresas porque Schulz está cuestionado entre los suyos. 

Pero por lo pronto las dos formaciones han sabido ceder para sacar adelante un programa de Gobierno que dé estabilidad al país. Schulz puede presumir de un aumento notable de inversión en políticas sociales; Merkel, de tener el plácet para descartar una subida de impuestos y para aprobar una política migratoria más restrictiva.

Apuesta por la estabilidad

La reedición de la Gran Coalición, caso de confirmarse, sería una nueva gran lección para Europa, en general, y para España en particular, pues tanto la política europea como la española viven tiempos convulsos. Los líderes alemanes han sabido aparcar sus diferencias e incluso sacrificar sus intereses personales en aras a la estabilidad en un momento complicado.

En medio de la negociación del brexit, de la lenta recuperación económica y del auge de populismos y nacionalismos, Berlín apuesta por avanzar en la agenda de las reformas y la consolidación del proyecto europeo. Tomemos nota.