La ficticia unidad del separatismo se pasea hoy por la capital de España. Este jueves el presidente de la Generalitat, Quim Torra, acude a la sede del Tribunal Supremo para escuchar y ser testigo de la inhabilitación en firme que dictaminará el TS por desobedecer reiteradamente las reclamaciones de la Junta Electoral Central.
Lo que más congoja genera, no obstante, son las proclamas del propio Quim Torra en el Parlament, donde volvió a hacer alarde de su torticero desafío al Estado cuando amenazaba con servir a su país (sic) hasta las últimas consecuencias. Y en ese desafío hay que constatar su amenaza con ser un presidente inhabilitado que dirija los designios del Estado en Cataluña. Una aberración que empieza a ganar adeptos.
Quiebra separatista
Esta es la falacia de unidad del separatismo. Y así intentan venderlo con la presencia en Madrid del vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y del diputado Gabriel Rufián, para disimular las costuras rotas de un independentismo partido en dos pedazos casi imposibles de volver a unir.
Más allá de que Quim Torra, vicario de Waterloo y amortizado políticamente, argumente que servirá a su "país hasta las últimas consecuencias", lo positivo sería que el constitucionalismo en Cataluña plantease un candidato común contra el plan de "silla vacía" de Torra como hoy revela EL ESPAÑOL. O dicho en plata: Cs, PSC y PP han iniciado conversaciones discretas para elegir un candidato de consenso que pueda sacar a Cataluña del bloqueo institucional.
Romper el cerrojo
Es verdad que las rencillas entre los constitucionalistas en Cataluña se han aireado más de lo conveniente. Sin embargo, el mero hecho de que haya un acuerdo de mínimos para romper el cerrojo separatista es una buena noticia.
Ahora que el independentismo anda maltrecho en guerras internas, el panorama para los partidarios de la legalidad se hace más evidente que nunca: unidad. El desafío separatista no cesará, y cada cisma entre ellos será una oportunidad de oro para que los partidarios del Estado de derecho vuelvan a recuperar terreno en Cataluña.