La victoria sin paliativos de Juan Espadas sobre Susana Díaz en las primarias del PSOE andaluz otorgó ayer el control absoluto del partido a Pedro Sánchez. Con el 55% de los votos y sin necesidad de segunda vuelta, el alcalde de Sevilla desbancó a la principal rival interna del presidente del Gobierno y rivalizará con Juanma Moreno Bonilla por la Junta en las próximas elecciones autonómicas.
Venció con una diferencia de veinte puntos y con la paradoja de que el margen se estrechó, precisamente, en la ciudad gobernada por él. En Sevilla capital, la distancia se quedó en los trece puntos.
Han sido las primarias andaluzas un verdadero ejercicio de democracia interna y un duelo entre los representantes de dos aparatos.
Por una parte, Susana Díaz, baluarte del sector tradicional. Por otra, Espadas, con Paco Salazar como ideólogo monclovita y las espaldas cubiertas por Sánchez y Redondo.
Nueva era
Quedó patente en el debate electoral. Espadas ha sido percibido como el candidato moderno, renovador y enérgico para un PSOE andaluz que necesitaba dar carpetazo a su pasado.
Puede interpretarse la caída de Susana Díaz, pues, como el desvanecimiento político de los defenestrados José Antonio Griñán y Manuel Chaves, declarados culpables por el caso de los ERE ilegales. También como el fin de una vieja forma de hacer política.
Dicho esto, hay que reconocer que Díaz ha sido una contrincante incansable, tenaz en la adversidad, con un tesón digno de ser subrayado. Sin embargo, a la hora de defender su proyecto político, no ha sido capaz de contrarrestar el mensaje de Espadas.
La apuesta de Ferraz ha sabido fotografiar con destreza a la heredera de Griñán como la representante del declive del partido a nivel regional.
Apoyo a Espadas
Lo que está por ver es si Espadas conseguirá reunir un apoyo sólido y trasladar un mensaje de unión en torno a su figura. Díaz ha puesto de su parte con dos mensajes que dan buena medida de su talante en la derrota.
Uno: "Daré un paso al lado y no me voy a presentar a la secretaría del PSOE de Andalucía". Dos: "Como una más curraré y haré lo que esté en mi mano para ayudar al compañero Juan Espadas".
De este éxito dependerá que el PSOE andaluz sea capaz de superar en las urnas a un PP que, liderado por Moreno Bonilla, ha realizado una notable gestión desde su llegada en diciembre de 2018.