A Pablo Iglesias le gustan las mismas teles que a Putin
Lo que valoran Pablo Iglesias y Vladímir Putin de los periódicos, las radios y las televisiones es lo mismo: que estén al servicio del pueblo. Con la mala fortuna de que ellos son el pueblo.
Escogió Steven Erlanger el mejor título imaginable para su reportaje en The New York Times: Russia Today, ¿BBC o KGB? El periodista británico visitó a comienzos de 2017 la sede londinense de la cadena del Kremlin para adentrarse en el corazón de las tinieblas, con pase asegurado a la experiencia psicotrópica de sus programas y las teorías frenéticas sobre el derrumbe moral de Occidente.
Erlanger, que exploró las lustrosas oficinas y estudió a conciencia el delirio consumado a fondo perdido (su presupuesto supera los 300 millones de dólares anuales), resumió con acierto el efecto que produce Russia Today en las mentes más vírgenes: “Es muy difícil detectar como espectador qué es periodismo y qué es propaganda, qué puede ser una noticia falsa y qué puede ser una noticia real, sólo que muy editorializada”.
La frase concentra la duda que ha alimentado el debate de su existencia entre los líderes europeos, atónitos ante las oleadas de infamias de sus colaboradores, y el dilema definitivo que encabeza el cuerpo del texto: qué es Russia Today, ¿la BBC o la KGB? Estados Unidos lo tiene claro. Russia Today es la KGB. Por eso no aparece en la carpeta de los medios extranjeros, como la BBC o EFE, sino en el archivo reservado por el FBI a los agentes extranjeros.
Este fin de semana, la alemana Ursula von der Leyen anunció el fin de la radiodifusión de Russia Today y Sputnik en el territorio europeo dentro del paquete de castigo al régimen de Vladímir Putin. Sin decirlo, quizá por prudencia, asumió lo evidente. Que no hay razón para mantener sonando a todo trapo y sin descanso la propaganda del enemigo en su batalla sin cuartel contra Occidente.
La maltesa Robertas Metsola, en cambio, no mostró ningún reparo en reconocerlo. "Tenemos que luchar contra las redes de desinformación", dijo la presidenta de la Eurocámara, minutos antes de la intervención telemática del presidente ucraniano. "No existe neutralidad cuando estamos hablando de una guerra".
"Russia Today y Sputnik no son medios de comunicación, sino herramientas de guerra al servicio de Putin"
Que la Unión Europea cortara de raíz la diáspora de las mentiras rusas, dirigidas con meticulosidad a la muerte cerebral de la Alianza Transatlántica y la Unión Europea, instaló en la tristeza a cierta izquierda.
A Pablo Iglesias, por ejemplo, le condujo a tuitear contra una medida tan higiénica. “¿Russia Today y Sputnik informan a favor del Gobierno ruso? Sin duda, igual que Mediaset y Atresmedia informan a favor de sus propietarios. ¿En un contexto de guerra manipularán? Obvio. ¿Qué significa censurarlos? Que la libertad de prensa es un discurso liberal hipócrita”.
Parte de un error de base. Russia Today y Sputnik no son medios de comunicación como Mediaset y Atresmedia, sino herramientas de guerra al servicio de un régimen que promueve la comisión de crímenes contra la humanidad, no sólo en Ucrania, y que inocula el virus del putinismo en nuestras sociedades.
Eso, por una parte. Porque por otra es repulsivo que Iglesias asuma con absoluta naturalidad, como si tal cosa, que Rusia nos imponga la mentira y la manipulación sobre la realidad inapelable de sus crímenes. O, lo que es lo mismo, sobre la verdad.
Pongamos un ejemplo de ayer. No es que se registrara, como transmite Russia Today, “una fuerte explosión en Járkov que afectó a la sede del Gobierno local”. Es, más bien, que los bombarderos rusos dejaron el edificio y la simbólica plaza de la Libertad para el derribo.
Exclusive: inside Kharkiv’s devastated Freedom Square pic.twitter.com/vdvkQghDHm
— Dan Rivers (@danriversitv) March 1, 2022
Y esta es sólo una muestra ínfima de una maquinaria rusa que expandió la idea de una Ucrania infestada de nazis, donde se producen escenas tan escabrosas como la crucifixión de un crío ante los ojos de su madre por la única condición de… ¡hablar ruso! Poco importa que el presidente Zelenski, que ganó abrumadoramente las últimas elecciones generales, sea judío y tenga el ruso por lengua materna.
[El pasado domingo, Russia Today alcanzó otro hito: una colaboradora afirmó que los ciudadanos ucranianos están provocando a los rusos para que causen una masacre que retrate a Putin como el villano de la novela y ponga a la comunidad internacional contra Rusia. Algunos colaboradores de Russia Today, como el español Daniel Bernabé, ya han renunciado a seguir participando en los debates de la cadena tras la invasión de Ucrania].
Claro que está muy lejos de causar asombro que Iglesias califique el cierre del grifo de la propaganda rusa de “censura” y defina los mensajes elaborados por el Kremlin como una agresión a “la libertad de prensa”.
No sorprende cuando descubrimos el apoyo que recibió Podemos desde Moscú por su voluntad inicial de sacar a España de la OTAN. O cuando escuchamos, de su voz, la lista de medios que sí ejercen un buen periodismo. Incluye La Última Hora, altavoz de la propaganda de Podemos, y Público, altavoz de la propaganda del líder caído de Podemos.
Es un hecho revelador. A fin de cuentas, lo que valoran Iglesias y Putin de los periódicos, las radios y las televisiones es lo mismo: que estén al servicio del pueblo. Con la mala fortuna de que ellos son el pueblo.
"¿Debemos sospechar de los motivos de Iglesias para derramar más lágrimas por los intereses malogrados de un tirano que por los periodistas encarcelados por Putin?"
Pablo Iglesias ha dedicado más esfuerzos a defender la difusión de propaganda de Putin en Europa, con países como Alemania particularmente expuestos por su amplia comunidad rusa y por los lazos de la extrema derecha de AFD con el Kremlin, que a la libertad de expresión de los ciudadanos rusos, detenidos a miles por reclamar el fin de sus excesos en un país que es, para muchos, patria de sus padres, abuelos o primos.
¿Debemos sospechar de los argumentos que han conducido a Iglesias a derramar más lágrimas por los intereses malogrados de un tirano que por los ciudadanos oprimidos, los opositores envenenados, los disidentes ejecutados, los periodistas encarcelados, los activistas amenazados y las vidas segadas desde Crimea hasta Kamchatka?
Hay quien dice, como Pedro Vallín, que posicionarse sobre Russia Today revela si estás con el liberalismo o no. Tiene razón. Sólo que en el sentido contrario al que sugiere.
*** Jorge Raya Pons es periodista.