Los liberales españoles, con Macron
Ciudadanos, como miembro de la familia liberal europea a la que pertenece Emmanuel Macron, pide el voto para que el presidente francés pueda seguir impulsando una agenda moderada y reformista frente a los populismos y los nacionalismos excluyentes.
Este domingo, los españoles contenemos la respiración ante unos comicios decisivos en Francia. Eso es Europa: un proyecto común que hermana a los demócratas de naciones distintas.
Las candidaturas que han pasado a la segunda ronda representan a la perfección el espíritu de doble vuelta que rige el sistema electoral francés, pues no existen idearios más antagónicos que los de Emmanuel Macron y Marine Le Pen.
También en esto España debe aprender del país vecino: el opuesto al populismo de derechas no es el populismo de izquierdas, ni el enemigo a batir de la socialdemocracia son los conservadores, o viceversa. Frente a quienes nos mantienen en un guerracivilismo artificial e insisten en dividirnos en rojos y azules, el ejemplo de Francia es cristalino: se disputa la batalla entre la sociedad abierta y la cerrada, liberalismo frente a populismo, unión contra nacionalismo. Una sociedad para todos o una para unos pocos.
Así es y así se entiende en casi toda Europa, y por eso los liberales hemos tejido en Bruselas una alianza con socialdemócratas y conservadores frente a populistas y radicales. Es también el espíritu de la propuesta que Ciudadanos ha hecho para que Pedro Sánchez eche a Podemos del Gobierno, rompa con EH Bildu y ERC y se apoye en liberales y conservadores para emprender una agenda reformista y moderada.
Pero el PSOE se empeña en negar para los españoles lo que con gusto concede a los europeos, mientras el PP sólo busca acuerdos para repartirse los jueces y los sillones, mientras que para todo lo demás mira a Vox.
Esta es, lamentablemente, la verdadera excepción española.
"Los liberales debemos ofrecer una alternativa que no sea destruir un sistema clave para que Europa haya alcanzado la mayor etapa de paz, libertad y prosperidad de su historia"
Así, en un país al que el bipartidismo ha sumido en una parálisis reformista mientras busca mantener a compatriotas enfrentados sin remedio, Europa ha sido siempre espejo y esperanza de avances y progreso. La Unión Europea (UE) ha traído a nuestro país grandes cambios, que nos han homologado a naciones admiradas durante nuestra Transición, y ha sido un antídoto contra nacionalismos y populismos.
Pero todo puede cambiar si la extrema derecha llegara al Elíseo.
El movimiento lepenista, aliado de Vox y Vladímir Putin en la UE, es otra expresión del iliberalismo como las que ha vivido ya Occidente con las victorias de Donald Trump o el referéndum del brexit. No son fenómenos aislados, y tienen muchas de sus explicaciones en la sensación de malestar y frustración de la ciudadanía. No en vano, las sucesivas crisis han ido destruyendo las expectativas de varias generaciones, y es ahí donde el peor populismo y el nacionalismo identitario han encontrado abono para impulsar sus proyectos excluyentes.
Voltear esta tendencia es tarea de la Política con mayúscula, de la política útil y la vocación de servicio público. Los liberales debemos ofrecer una alternativa a los ciudadanos que no pase por destruir un sistema que, con sus fallos, ha sido clave para que Europa alcance la mayor etapa de paz, libertad y prosperidad de toda su historia. Hace años que en Ciudadanos venimos advirtiendo sobre el peligro de Podemos, y lo hacemos promoviendo la reforma frente a la ruptura, la evolución frente a la revolución, los consensos frente a la polarización.
"En Ciudadanos confiamos en que Macron logrará vencer a Le Pen y en que volverá a dar esperanza a los liberales de toda la Unión Europea"
La invasión rusa de Ucrania nos plantea un nuevo frente más allá de apoyar a los liberales de Volodymyr Zelenski sobre el terreno. La crisis económica y el descontento derivados de la guerra, que viene a sumarse a los de la pandemia, amenazan con impulsar a los quintacolumnistas de Putin en el corazón de Europa, como Marine Le Pen.
La candidata ha querido centrar su campaña en la subida del coste de la vida, en la dificultad para llegar a fin de mes y en el empeoramiento de las perspectivas de los franceses. Un mensaje al que el liberalismo debe responder con la razón de los datos, pero también con la pasión y el orgullo de ser la corriente aglutinadora de los valores fundacionales de Europa, la libertad del individuo frente al dogma identitario de todo signo y la igualdad de oportunidades, para apuntalar un estado del bienestar sólido y una democracia donde los distintos convivan en paz e igualdad ante la ley.
En su debate de ayer, Macron puso a Le Pen ante el espejo: el antídoto al populismo de derechas no es el populismo de izquierdas, sino el liberalismo.
— Edmundo Bal (@BalEdmundo) April 21, 2022
Orgullosos de pertenecer a la familia liberal de Macron: pedimos el voto para él, por Francia y por el proyecto común europeo. pic.twitter.com/CSMcMzIM9g
Las frías estadísticas pueden no significar nada para quienes sienten que el futuro es hoy peor que ayer y mejor que mañana. Una política cercana, reformista y preocupada por asegurar que cada cual pueda perseguir su plan de vida en libertad e igualdad es la mejor receta contra el iliberalismo y los populismos. El presidente Emmanuel Macron tiene ante sí el doble reto de volver a derrotar a Le Pen y liderar a Francia durante cinco años decisivos para su país y para el proyecto comunitario.
En Ciudadanos, como miembro de la familia liberal europea a la que pertenece En Marche, confiamos en que lo logrará y en que volverá a dar esperanza a los liberales de toda la Unión. Que la bandera de progreso y libertad que se alzó en 2017 frente a los populismos y el ensimismamiento de los grandes partidos no se arríe nunca. Los liberales de España apoyamos y pedimos el voto para el presidente Macron. Liberté! Egalité! Fraternité!
*** Edmundo Bal es vicesecretario general de Ciudadanos.