Videoanálisis de Alberto D. Prieto: Borrell contiene el fuego de guerra entre Kosovo y Serbia Edición: Jose Verdugo

ASUNTOS INTERNOS (DESDE BRUSELAS)

Borrell contiene el fuego de guerra entre Kosovo y Serbia

En los últimos meses, las tensiones entre estos antiguos territorios de Yugoslavia se han disparado, alimentadas por Rusia. La UE está sabiendo pasear el precipicio para que se imponga el acuerdo.

24 marzo, 2023 02:39

No se ha visto en ningún medio español atención a lo que ocurrió este mismo lunes bajo el impulso de Josep Borrell. Kosovo y Serbia no sólo sentaron a sus respectivos presidentes a la misma mesa, es que los dos, Vucic y Kurti, firmaron el mismo papel.

Uno fue ministro de Información de Milosevic, con lo que eso significa en una autocracia supremacista que sólo cedió cuando la OTAN bombardeó Belgrado dos meses seguidos en 1999. El otro era entonces un mando destacado de los combatientes albanokosovares, en la última guerra de la antigua Yugoslavia, la que acabó con la proclamación de independencia de esta pequeña región.

No hay posiblemente dos personas, pues, con más incentivos para reprocharse décadas de afrentas y odio acumulado, y torpedear este larguísimo proceso de paz.

Tampoco ha habido en todos estos años un momento más poco propicio para volver a poner en marcha este larguísimo proceso de diálogo: la perspectiva de integración en la UE ya no se ve como un incentivo en Serbia, sino como promesa incumplida y cansina. Y la narrativa rusa domina no sólo los medios, sino las políticas del Gobierno de Belgrado.

Por el lado kosovar, sólo hay reproches y acusaciones de traición cruzadas entre el Ejecutivo y la oposición. El estancamiento ha hecho que, de la esperanza, sus habitantes estén virando a la reivindicación como estado de ánimo: cualquier afrenta vale para rememorar las anteriores y, en los últimos meses, hemos estado cerca de asistir a la primera guerra provocada por una pelea por las matrículas de los coches.

Sin embargo, el servicio exterior de la UE está conteniendo el fuego de la guerra, caminando hábil por el borde del precipicio con juegos del lenguaje: no hay miedo a caer, sino la oportunidad de evitarlo.

Antes de que acabe esta legislatura europea, Borrell puede hacer su último gran servicio si logra atar no sólo la paz, sino el reconocimiento mutuo, la estabilidad en la región, y quitarle un aliado a Moscú, que actuaría como caballo de Troya en los Balcanes Occidentales... la UE necesita integrar cuanto antes a esos países, no sólo por el bien de ellos, sino por evitar un mal propio. Ese hito histórico, además, legitimaría por fin a la Unión como un actor internacional.

Eso sí, España es uno de los cinco Estados miembros que no ha reconocido la independencia de Kosovo. Y a quien presida el Gobierno español entonces le tocará dar un paso que, con nuestras tensiones territoriales, también exigirá muchos equilibrios.

Primera reunión jurisdiccional del Tribunal Constitucional tras su última renovación, el pasado 24 de enero.

Hágase justicia. Amén

Anterior
Revista de prensa.

Feijóo se estrena como cantante de bachata

Siguiente