Pedro Sánchez durante su anuncio de las ayudas para el Interrail.

Pedro Sánchez durante su anuncio de las ayudas para el Interrail. EFE

LA TRIBUNA

El Grand Tour de los jóvenes españoles de clase alta

El Interrail nunca ha sido más que el revival burgués y setentero del aristocrático y decimonónico Grand Tour, aunque a costa de la clase media y trabajadora. 

13 mayo, 2023 02:42

Lo dijo Pedro Sánchez en un mitin:

"Hay que pensar sobre todo en nuestros jóvenes, aquellos que de la noche a la mañana vieron cerrados sus colegios. Vamos a aprobar un descuento del 50% para que nuestros jóvenes puedan hacer el Interrail europeo y puedan viajar por toda Europa".

Más concretamente, la promesa del pago a pachas la ha dirigido el presidente a los votantes de entre 18 a 30 años. En principio, se limita a este verano, aunque no se descarta extender el solaz europeo a otras fechas, según vaya aconsejando la agenda.

Dos jóvenes viajeras junto a un tren de RENFE.

Dos jóvenes viajeras junto a un tren de RENFE. EFE

Además de razones estrictamente humanitarias que damos por hecho, como la urgente liberación del estrés al que se encuentra sometida la agotada muchachada hispana, el presidente ha apuntado la economía ("hagamos economía", ha dicho) como una de las razones de peso que vendrían a justificar la medida. Si bien, descartada por definición la economía española, aún se desconoce cuál es la economía que el señor presidente pretende favorecer con el dinero patrio, si la de los hoteles italianos, los restaurantes franceses o las cervecerías alemanas.

"Las kellys de los hoteles de Abel Matutes tendrán que contribuir con el dinero de sus impuestos a financiar el Interrail de los nietos de Abel Matutes"

Las reacciones no se han hecho esperar. Se supone que por eso de escribir uno en los papeles y parecer por ello más informado, uno de mis sobrinos, un bigardo de 30 años, que trabaja en Estocolmo para una multinacional y que gana cuatro veces más que el médico de atención primaria de mi centro de salud, me ha llamado para preguntarme los detalles. Por fortuna para el bien de su alma, no con el afán de aprovecharse del chollo, sino para que le confirmase que por fin podía tirar las botas para el hielo y volver a casa porque aquí ya habíamos superado tanto la crisis económica que hasta podíamos permitirnos el lujo de financiar sus paseos por Europa.

Pero más allá de la generosa falta de discriminación por arriba de los beneficiarios de esos dineros públicos, o sea, más allá de que las kellys de los hoteles de Abel Matutes tendrán que contribuir con el dinero de sus impuestos a financiar el Interrail de los nietos de Abel Matutes, lo que sorprende de esta medida es que el presidente Sánchez no sepa que los hijos de esas mismas kellys jamás se van a poder beneficiar de ella.

[Sánchez busca el voto joven con un Interrail español bonificado al 90% y rebaja el europeo al 50%]

Por lo que se ve, en su inocente y optimista percepción de lo que ha sido y sigue siendo este país, el presidente desconoce que lo que impide a los jóvenes viajar por Europa (tiarrones de veintimuchos incluidos) no es, ni nunca lo fue, el precio del billete de tren, sino el precio de algo mucho más prosaico, pero difícilmente prescindible: comer y dormir.

Oír al presidente decir que quiere financiar el Interrail para que los jóvenes españoles puedan viajar por toda Europa resulta enternecedor. Tanto como si oyésemos a Ferrari decir que quiere financiar el pitorro de la rueda delantera izquierda de sus coches para que los jóvenes italianos puedan comprarse un susodicho.

Definitivamente, sorprende la desconexión de la realidad que, según parece, aqueja al inquilino de la Moncloa. Muy privilegiada tiene haber sido la cuna en la que el señor presidente ha nacido, o muy lejana la última ocasión en la que pagó de su bolsillo la cuenta de un hotel o un restaurante, para que no sepa lo que de sobra sabe la inmensa mayoría de los jóvenes de este país, y de sus padres: que sin manduca y sin dormida, no hay billete de tren que valga.

O, como diría el docto Pablo Iglesias, que el Interrail nunca fue más que el revival burgués y setentero del aristocrático y decimonónico Grand Tour.

"El Grand Tour fue una costumbre de los siglo XVII, XVIII y XIX que consistía en un viaje por Europa emprendido por jóvenes europeos de clase alta"

Definición de Grand Tour, según Wikipedia:

"El Grand Tour fue una costumbre extendida entre el siglo XVII y comienzos del siglo XIX que consistía en un viaje a través de Europa, con Italia como destino clave, emprendido por jóvenes europeos de clase alta, de suficientes medios y rango (típicamente acompañados por un tutor o un miembro de la familia), cuando habían alcanzado la mayoría de edad".

[Los descuentos del Interrail español para la alta velocidad serán de un máximo de 30 €]

Nueva definición de Grand Tour, según Pedro Sánchez:

"El Grand Tour fue una costumbre extendida en España entre la precampaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023 y las elecciones generales de diciembre de 2023, que consistía en un viaje a través de Europa, con Italia como destino clave, emprendido por jóvenes españoles de clase alta, de suficientes medios y rango (típicamente subvencionado por el presidente del Gobierno con cargo a los impuestos pagados por los padres de los jóvenes españoles de clase baja y media, de insuficientes medios y rango), cuando habían alcanzado la edad para votar".

*** Marcial Martelo de la Maza es abogado y doctor en Derecho.

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