Mohamed VI, Emma Igual, Daniel Sancho y Luis Rubiales.

Mohamed VI, Emma Igual, Daniel Sancho y Luis Rubiales. Guillermo Serrano Amat

EL BESTIARIO

Un rey indolente, Emma la heroína, soez Rubiales y el asesino pijo

Mohamed VI, Emma Igual, Luis Rubiales y Daniel Sancho; la autora comenta lo más destacado de la semana a través de sus protagonistas.

17 septiembre, 2023 02:37

Mohamed VI

Mohamed VI.

Mohamed VI. Guillermo Serrano Amat

El Rey de las largas ausencias en días de vino y rosas ha hecho un sonrojante papelón después del terremoto que se ha llevado por delante la vida de unos miles de súbditos cuyo único pecado era el de vivir aislados del mundo y olvidados de su dios (Emir Al Muminín, guía de los creyentes) en las casas de adobe construidas con sus manos al borde del Atlas. Los he visto llorar y he llorado con ellos, pero me impresiona más el silencio de su tristeza, acostumbrados como están al conformismo de las desgracias.

Cuando tembló la tierra bajo los pies de esta pobre gente, el rey Mohamed estaba en Paris. Tardó un día en regresar a Rabat, donde había un Gobierno paralizado por la ausencia del todopoderoso monarca. Cinco días habrían de transcurrir todavía para que se desplazase a la zona castigada por los temblores. Es un decir. En realidad el monarca se desplazó al hospital universitario que lleva su nombre en Marrakech. Allí le prepararon la foto donando sangre para los heridos y besando a todos los enfermos que ocupaban las camas. El Rey iba hecho un pincel. Traje, corbata, camisa, ¿chaleco?... Parecía un lord inglés. Es lo que tiene este rey. En su país viste de galán, pero cuando pone un pie en París lo primero que hace es calzarse una camiseta hippylonga, y unas bermudas.

Cuarenta y cinco minutos en total duró el recorrido por el hospital. Era su segunda aparición tras el seísmo. La primera fue su comparecencia presidiendo un consejo de ministros dispuesto a tomar decisiones veinticuatro horas después, cuando la ruina, el llanto, la desolación y la muerte reinaban en la zona del terremoto, al sur de Marrakech, donde al rey de los creyentes no se le ha perdido nada. Prefiere su palacio de París, valorado en unos 80 millones de euros, a unos 700 metros de la torre Eiffel. O su casa en Gabón, en la paradisíaca zona de Pointe-Denis,

Emma Igual

Emma Igual.

Emma Igual. Guillermo Serrano Amat

Ojos y corazón grande los de esta española universal que acaba de morir mientras salvaba vidas de ucranianos en las zonas más tensionadas del conflicto. Días atrás, la presidenta de la ONG Road to Relief ("Camino al Socorro") fallecía al reventar un misil ruso el coche en el que viajaba con otros compañeros camino de la ciudad de Ibanivske para evaluar las carencias de la población y organizar las evacuaciones.

Emma Igual, catalana de 32 años, creció influida por su abuela, una superviviente del holocausto de origen austríaco que llegó a España tras perder a toda su familia en los campos de concentración. Su destino estaba marcado desde niña. Se graduó en la Universidad de Berkeley, hizo un curso de Cruz Roja y con un compañero francés fundó Road to Relief, la ONG a la que habría de entregar su vida, la chica de los ojos y el corazón grandes, descubrió la vida siguiendo las pautas que le había enseñado la abuela. Así fue conociendo los secretos de la filantropía y aprendiendo a vivir en la incondicional entrega a huérfanos y desamparados, pues con solo 20 años ya dirigía la sección juvenil de Amnistía Internacional.

[Con los supervivientes del ataque en el que murió Emma Igual: "¿Dónde está la cuarta persona?"]

Lo de concederle la Gran Cruz de Isabel la Católica a título póstumo es un decimal en la deuda que España ha contraído con ella. El ministro Albares ha pedido que Ucrania y la Corte Penal de la Haya ayuden a investigar la muerte de la cooperante, tras la que esconde un crimen de guerra. Amén.

Luis Manuel Rubiales

Luis Rubiales.

Luis Rubiales. Guillermo Serrano Amat

Cuando sobre el nombre y la figura del presidente de la Federación Española de Fútbol ya habían caído chuzos de punta (por soez, barriobajero, maleducado y cutre) estalló un sonoro "No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir". Rubiales jugaba en casa, o sea, tenía mando en plaza, pero no le hubiera importado gritar veinte veces más que no pensaba dimitir.

Sin embargo, el lunes siguiente dimitió. La inhabilitación temporal de la FIFA y la querella de Jennifer Hermoso por lo del beso, no parecía que le hubieran hecho desistir de su arrogante intención de continuar al frente del futbol español.

Todos los presidentes empiezan o acaban igual. Es un bucle perpetuo. Recordemos a José Luis Pérez Payá, José L. Roca, Pablo Porta o Ángel María Villar (que amenazó con hacerse eterno) hasta llegar a Rubiales, el hombre que no pensaba dimitir. En esas estábamos (en Rubiales) cuando veinte días después de mostrarle al mundo que su cerebro estaba en la entrepierna, va y dimite irrevocablemente. Empieza a hablarse entonces del negro historial de corruptelas acumuladas durante sus cinco años al frente de la entidad federativa.

La historia, sin embargo, no ha terminado. Rubiales duerme el sueño de sus glorias. Pero más allá de los mundiales y las goleadas, a las chicas ya les ha llegado el turno, en vísperas de su vuelta a la internacionalidad. Por fin se las escucha en sus antiguas reivindicaciones.

Daniel Sancho

Daniel Sancho.

Daniel Sancho. Guillermo Serrano Amat

Los pijos también matan. Y también van a la cárcel. A nadie le pasó inadvertido que Daniel Sancho, presunto autor de la muerte y despedazamiento del cirujano colombiano que, según cuentan, se había enamorado del rubio.

Este siniestro caso ha dado la vuelta al mundo. Sobre todo a España, donde el culebrón venía cosido a la prima mediática que da el hecho de que Daniel Sancho sea nieto del actor Sancho Gracia (Curro Jiménez) e hijo de Rodolfo Sancho (Fernando de Aragón en la serie Isabel).

[Rodolfo Sancho, a la hermana de Edwin: "Daniel tuvo algún tipo de brote psicótico que nunca había aflorado"]

Daniel ejercía profesionalmente de chef y era muy conocido por las amistades que frecuentaba, la mayoría de ellas pertenecientes al mundo de la noche, como Jaime Onieva (hermano de Íñigo), Jaime Conde o Felipe Marichalar alias Froilán, cuya novia (Laura) era buena amiga de Daniel Sancho. Froilán dejó de seguir al chef en redes y hasta lo bloqueó. En cambio, no me consta ni me deja de constar que Laura mantenga o no su amistad con el rubio,

Tailandia es un paraíso de drogadictos y criminales. El mal recuerdo del exdirector de la Guardia Civil, Luis Roldán, también pasó por allí. Y cada cierto tiempo tenemos a un español metido en líos en Tailandia. Recuerdo que a un joven ingeniero de la provincia de Lleida (David Bernat) le asaltaron en un cajero automático de Bangkok para desplumarle en 2016. El ladrón era otro español (Artur Segarra, también catalán). No se conformó con quitarle el dinero. Lo mató despiadadamente y luego lo descuartizó. Me suena parecido el caso.

La kryptonita de Sánchez.

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